Hola de nuevo,
¿Pensabais que había dejado mi constumbre de reseñar filmes de AA.MM.? Pues no, amigos, es un vicio enraizado en mis entrañas que me impele, de vez en cuando, a dejar mi impresión sobre las novedades cinematográficas del panorama internacional.
En ésta ocasión le toca a Dororo (2007), superproducción jidaigeki nipona basada en el manga homónimo del legendario autor Osamu Tezuka (1928-1989), que relata la historia de Dororo (Kou Shibasaki, Battle Royale, 2000), una vagabunda, experta en Artes Marciales, comienza una singladura en pos de las piezas necesarias para recomponer el cuerpo de su amigo Hyakkimaru (Satoshi Tsumabuki, The Fast and the Furious: Tokyo Drift, 2006), un joven samurái con poderes sobrenaturales -hijo de un venerable noble (Kiichi Nakai, Warriors of Heaven and Earth, 2003)-, capaz de restaurar la paz en Japón. Juntos deberán luchar contra los Chojins o demonios poseedores de las 48 piezas robadas al cuerpo de Huakkimaru.
El coreógrafo de las impactantes escenas de acción es el aclamado Tony Ching Siu Tung (La Casa de las Dagas Voladoras, House Of Flying Daggers, 2004), que, en contra de los pensado por sus seguidores, ha preferido abusar de CG (computer graphics) para las complejas secuencias de combates.
Un saludo,
Loup
"Dororo" (2007)
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"Dororo" (2007)
Última edición por Loup el 14 Feb 2007 14:29, editado 1 vez en total.
- loschatarras
- Forero Vicioso
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Hum...
Hola, amigos:
Si me permitís una pequeña crítica sobre Dodoro (2007), os aconsejo que no esperéis milagros de la última obra del cineasta Akihiko Shiota (Yomigaeri, 2002).
El argumento se ciñe a lo expuesto en mi primer mensaje. Tras una titánica batalla que deja una multitud de cadáveres, un samurái, Kagemitsu Daigo (Kiichi Nakai, Warriors of Heaven and Earth, 2003)
hace un pacto con 48 seres demoníacos, en virtud del cual consigue un poder devastador a cambio de ceder los órganos y vísceras de su futuro primogénito. Estas escenas de la batalla son realmente impresionantes, rodadas con unos efectos visuales elaborados.
Cuando nace el niño, llamado Hyakkimaru (Satoshi Tsumabuki, The Fast and the Furious: Tokyo Drift, 2006) es abandonado en una zona fluvial, siendo encontrado por un vagabundo, dotado de unos conocimimentos paranormales, es capaz de reconstruir el cuerpo interno del bebé a partir de las partes de muertos. Sí, habéis leído bien, ¡el mundo del cine es así!
Hyakkimaru crece bajo la protección del eremita, que le enseña los secretos del manejo de la Katana. Al convertirse en un joven, parte en busca de los demonios para recuperar sus órganos y vísceras. En su aventura conocerá a Dororo (Kou Shibasaki, Battle Royale, 2000), una ladronzuela de la cual cae rendidamente enamorado. Las confrontaciones con los demonios cuentan con unas coreografías excelentes, diseñadas expresamente por el genial Tony Ching Siu Tung (Dragon Inn, 1992), que logran mantener al espectador pegado al asiento. Lástima que su duración sea tan corta: apenas se puede disfrutar del virtuosismo del coreógrafo hongkonés.
Por otra parte, el personaje que da título a la película, Dodoro, apenas tiene peso en el argumento; se limita a ser la escudera de Hyakkimaru. Es triste comprobar lo desaprovechado que está el talento de Kou Shibasaki en la historia.
En conclusión, Dodoro no colmará las expectativas de los aficionados al cine oriental más exigentes.
Un saludo,
Loup :x
Si me permitís una pequeña crítica sobre Dodoro (2007), os aconsejo que no esperéis milagros de la última obra del cineasta Akihiko Shiota (Yomigaeri, 2002).
El argumento se ciñe a lo expuesto en mi primer mensaje. Tras una titánica batalla que deja una multitud de cadáveres, un samurái, Kagemitsu Daigo (Kiichi Nakai, Warriors of Heaven and Earth, 2003)
hace un pacto con 48 seres demoníacos, en virtud del cual consigue un poder devastador a cambio de ceder los órganos y vísceras de su futuro primogénito. Estas escenas de la batalla son realmente impresionantes, rodadas con unos efectos visuales elaborados.
Cuando nace el niño, llamado Hyakkimaru (Satoshi Tsumabuki, The Fast and the Furious: Tokyo Drift, 2006) es abandonado en una zona fluvial, siendo encontrado por un vagabundo, dotado de unos conocimimentos paranormales, es capaz de reconstruir el cuerpo interno del bebé a partir de las partes de muertos. Sí, habéis leído bien, ¡el mundo del cine es así!
Hyakkimaru crece bajo la protección del eremita, que le enseña los secretos del manejo de la Katana. Al convertirse en un joven, parte en busca de los demonios para recuperar sus órganos y vísceras. En su aventura conocerá a Dororo (Kou Shibasaki, Battle Royale, 2000), una ladronzuela de la cual cae rendidamente enamorado. Las confrontaciones con los demonios cuentan con unas coreografías excelentes, diseñadas expresamente por el genial Tony Ching Siu Tung (Dragon Inn, 1992), que logran mantener al espectador pegado al asiento. Lástima que su duración sea tan corta: apenas se puede disfrutar del virtuosismo del coreógrafo hongkonés.
Por otra parte, el personaje que da título a la película, Dodoro, apenas tiene peso en el argumento; se limita a ser la escudera de Hyakkimaru. Es triste comprobar lo desaprovechado que está el talento de Kou Shibasaki en la historia.
En conclusión, Dodoro no colmará las expectativas de los aficionados al cine oriental más exigentes.
Un saludo,
Loup :x