Re: Wing Chun en Sherlock Holmes
Publicado: 19 Ene 2010 07:52
Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, escribía las aventuras de éste para ganarse la vida. En realidad, lo que quería era dedicarse a las novelas históricas, y ser un escritor "serio". Así, en "La aventura del problema final" Conan Doyle mata a su personaje (al que había llegado a odiar, porque tenía que escribir relato tras relato de sus hazañas por imposición y últimamente contra su voluntad) haciéndole precipitarse por una cascada en Suiza junto con su archienemigo, el Doctor Moriarty.
Pero la gente que no se cansaba de pedir más y más historias de Holmes al novelista, indignada por la muerte del detective, levantó tal clamor popular que Conan Doyle se vió obligado a "resucitarle".
Así en la siguente obra, "La casa vacía", éste vuelve a las andadas, vivito y coleando, comentando que pudo librarse de Moriarty al caer por las cascadas haciéndole una llave de "baritsu", arte marcial que dominaba.
Cuando leí esa obra siendo un niño, pensé que Conan Doyle había inventado dicho arte marcial, eligiendo un nombre al azar que sonase a japonés (por lo del sufijo en "itsu") No fue hasta años después que descubrí que, como ya se ha mencionado en este foro, el bartitsu fue un sistema de defensa personal que gozó de cierta popularidad en la época en que transcurrían las aventuras de Holmes. Recordemos que en aquellos tiempos la práctica de la esgrima era algo muy común, y que los maestros de esgrima sabían otras cosas no tan nobles y elegantes pero sí muy útiles en tiempos revueltos, como los franceses el savate y el uso del bastón o canne, mientras el boxeo lejos de ser un deporte como ahora, se consideraba entre las clases altas "el noble arte de la defensa personal".
En el cine, el actor Basil Rathbone le interpretó con tal éxito popular que a partir de ahí, su imagen se confunde con la del detective, al que hemos visto en todo tipo de situaciones vestido con un macferlán y un gorro de cazador de gamos, icono que es más una burda caricatura que el real Holmes. Pero dentro de la fidelidad a las novelas y cuentos de Conan Doyle, hay obras que rescatan una imagen más acorde con su figura literaria y que son un verdadero goce para los fans del detective, como "La vida privada de Sherlock Holmes" (1970) dirigida por el muy valioso Billy Wilder, o la novela escrita por el novelista y ensayista galo, miembro de la Academia Francesa, Jean Dutourd, titulada "Memorias de Mary Watson". En esta deliciosa obra, una verdadera joyita para los amantes de las novelas de Holmes (y de la buena literatura) vemos a través de la mujer del Doctor Watson al Doctor Moriarty, a Holmes, y al mismo Watson en su salsa detectivesca mientras se codean con lo más selecto -y lo más turbio- de la sociedad británica de la época. El artista Oscar Wilde es uno de los personajes de la trama. Destaca bajo una nueva y fuerte luz la figura del buen Doctor Watson, presentado por su enamorada pero sumamente perspicaz mujer como un hombre inteligente, valiente y honesto a carta cabal.
Sí, Robert Downey jr. hace wing tsun ¡Hasta escrima hace el muy condenado!, y hasta sorprende por la solvencia con que resuelve las escenas de acción. El que Holmes tuviera nociones de artes marciales chinas no sería en absoluto un anacronismo ni un detalle discordante en el Londes victoriano, urbe con la mayor Chinatown de Europa, y poblada por veteranos que habían servido en Hong-Kong, Birmania y muchos otros lugares de Asia con población china. En el siglo XIX eran conocidos en Inglaterra los chinos como temibles boxeadores que usaban los pies, habilidad que una escritora de la época atribuía a la fortaleza que tenían en las piernas los culíes que tiraban de los rickshaws y demás carritos que manejaba esa gente.
Un saludo.
Pero la gente que no se cansaba de pedir más y más historias de Holmes al novelista, indignada por la muerte del detective, levantó tal clamor popular que Conan Doyle se vió obligado a "resucitarle".
Así en la siguente obra, "La casa vacía", éste vuelve a las andadas, vivito y coleando, comentando que pudo librarse de Moriarty al caer por las cascadas haciéndole una llave de "baritsu", arte marcial que dominaba.
Cuando leí esa obra siendo un niño, pensé que Conan Doyle había inventado dicho arte marcial, eligiendo un nombre al azar que sonase a japonés (por lo del sufijo en "itsu") No fue hasta años después que descubrí que, como ya se ha mencionado en este foro, el bartitsu fue un sistema de defensa personal que gozó de cierta popularidad en la época en que transcurrían las aventuras de Holmes. Recordemos que en aquellos tiempos la práctica de la esgrima era algo muy común, y que los maestros de esgrima sabían otras cosas no tan nobles y elegantes pero sí muy útiles en tiempos revueltos, como los franceses el savate y el uso del bastón o canne, mientras el boxeo lejos de ser un deporte como ahora, se consideraba entre las clases altas "el noble arte de la defensa personal".
En el cine, el actor Basil Rathbone le interpretó con tal éxito popular que a partir de ahí, su imagen se confunde con la del detective, al que hemos visto en todo tipo de situaciones vestido con un macferlán y un gorro de cazador de gamos, icono que es más una burda caricatura que el real Holmes. Pero dentro de la fidelidad a las novelas y cuentos de Conan Doyle, hay obras que rescatan una imagen más acorde con su figura literaria y que son un verdadero goce para los fans del detective, como "La vida privada de Sherlock Holmes" (1970) dirigida por el muy valioso Billy Wilder, o la novela escrita por el novelista y ensayista galo, miembro de la Academia Francesa, Jean Dutourd, titulada "Memorias de Mary Watson". En esta deliciosa obra, una verdadera joyita para los amantes de las novelas de Holmes (y de la buena literatura) vemos a través de la mujer del Doctor Watson al Doctor Moriarty, a Holmes, y al mismo Watson en su salsa detectivesca mientras se codean con lo más selecto -y lo más turbio- de la sociedad británica de la época. El artista Oscar Wilde es uno de los personajes de la trama. Destaca bajo una nueva y fuerte luz la figura del buen Doctor Watson, presentado por su enamorada pero sumamente perspicaz mujer como un hombre inteligente, valiente y honesto a carta cabal.
Sí, Robert Downey jr. hace wing tsun ¡Hasta escrima hace el muy condenado!, y hasta sorprende por la solvencia con que resuelve las escenas de acción. El que Holmes tuviera nociones de artes marciales chinas no sería en absoluto un anacronismo ni un detalle discordante en el Londes victoriano, urbe con la mayor Chinatown de Europa, y poblada por veteranos que habían servido en Hong-Kong, Birmania y muchos otros lugares de Asia con población china. En el siglo XIX eran conocidos en Inglaterra los chinos como temibles boxeadores que usaban los pies, habilidad que una escritora de la época atribuía a la fortaleza que tenían en las piernas los culíes que tiraban de los rickshaws y demás carritos que manejaba esa gente.
Un saludo.