Bueno, como soy nuevo por estos lares, y he decidido incorporarme a vuestras charlas, lo lógico es que me presente un poco, Soy un estudiante de artes marciales japonesas desde hace casi 20 años. Aunque hace tiempo que me dedico a la docencia, no dejo de considerarme como un estudiante, porque es lo que realmente soy.
He leído muchos de los temas presentes en este foro, discusiones, polémicas y demás. Y resulta divertido ver como siempre se recurren a las mismas situaciones, las mismas críticas, las mismas comparaciones. Al fin y al cabo, somos estudiantes de Budo, y lo que tenemos que hacer es practicar, nada más. Sin estar pendiente de lo que hace el vecino, ni del grado que tiene, ni de sus impresionantes demostraciones de Ki.
En todos estos años de práctica continuada, muy poca gente ha logrado impresionarme, y mucha menos gente se merece, a mi parecer, la categoría de maestro, con todo lo que esa palabra conlleva. Se cuentan con los dedos de una mano y me sobran dos. Vivimos en un ambiente de controversia total, de fanatismo incoherente, de devoción ciega hacia algo que, muchas veces no es más que humo. Tan sólo hace falta abrir cualquier revista de artes marciales de las que circulan por nuestra piel de toro, para darnos cuenta de la fauna que cohabita en nuestro pequeño mundo marcial. Por no hablar de esos fabulosos vídeos, con esos no menos fabulosos maestros.
Sólo uno de cada 100 personajes que aparecen en esas publicaciones son practicantes de nivel, y sin duda, los mejores de esos practicantes de élite aparecen en esas revistas no más que en contadas ocasiones.
En fin, que menos críticas, menos especular si una patada es mejor que una luxación, y más trabajo. La efectividad en la guerra no la mide un estilo, sino la persona.
Espero poder compartir pronto opiniones con vosotros. Sin más, un saludo
Tengu
