Este año que viene, cumplo 24 años practicando el mismo estilo.
El "temario" no ha variado en estos años, pero si que lo ejecuto a otro nivel.
Un buen programa de un estilo, queda cubierto al llegar al equivalente al "cinturón negro". Llegado a ese punto, uno ya debería conocer "todo" el programa.
Los chinos, que son un tanto rebuscados, terminan creando un corpus teórico a base de ciertas palabras clave para desarrollar todo el sistema. En mi estilo, hay unas 30-40 técnicas básicas. Cada una de ellas se puede realizar según el criterio de aplicación de golpeo, proyección y control-luxación. A su vez, todos ellos tiene un nivel de ejecución más complejo en el que se "apunta" a zonas especialmente vulnerables durante su ejecución.
El sistema contempla un método de educación física o gimnasia propio, destinado a mejorar la condición del practicante así como a entrenarle en diferentes mecánicas y estrategias de uso corporal.
Contempla una fase de "entrenamiento interno", que resumiendo , no es sino la integración de atención, intención y respiración en la acción, en aras de una eficiencia máxima.
Otra fase es el trabajo de forma, donde se recogen esquemáticamente, ejemplos genéricos de todos los principios teórico-estratégico-técnico del sistema.
Otra fase incluye trabajos específicos por parejas, desde lo pautado a lo libre, donde de un modo "organizado" se estudia la práctica de todo lo anterior.
Y por último, está el estudio de la teoría del sistema, recogida en ciertos textos de variable complejidad, que son guía de conocimiento de sorprendente profundidad.
Creo que toda escuela seria, tiene un programa de composición similar, aunque ciertas fases o elementos puedan ser distintos, o cambiarse por otros.
El estudio y profundización de cada fase y sobre todo la relación entre los diferentes elementos de las mismas, así como la comprensión profunda y la capacidad para desarrollar tanto cada fase por separado como para hacer uso de sus posibles combinaciones es lo que determina el nivel del practicante.
Si tu programa de base, no recoge un repertorio técnico "rico" que cubra satisfactoriamente las necesidades que correspondan, pero a su vez no sintetiza, distinguiendo lo que son "técnicas fundamentales diferentes" de lo que no son mas que meras variantes, tienes un mal programa.
Si tu temario no integra la formación física y el acondicionamiento, de forma complementaria y armónica con el cuerpo técnico, no es un buen programa.
Si el programa no te provee de ejercicios por parejas que te guíen en el estudio del programa técnico, es un mal programa. Un sistema que te lanza a lo loco al combate sin tener un método que te introduzca de forma gradual y creciente en niveles cada vez más intensos, libres y elaborados de aplicación técnica, es un programa pobre que sólo funcionará para gente especialmente dotada o con experiencia previa que le permita solventar las deficiencias.
Cuando un programa sólo incluye un cierto número de técnicas, tipo "25 técnicas de patada", "técnicas de puño", "8 codos", "35 derribos de cadera", "6 de hombro", etc, separándolas arbitrariamente por grados y mézclándolas arbitrariamente con lo que no son mas que variantes y combinaciones, hasta llegar a un absurdo número finito de "técnicas del estilo", estamos ante un nefasto programa, que deja demasiado campo por cubrir a la genialidad de practicante.
Un buen programa no tiene por qué ser muy extenso, pero debe poder dar lugar a un virtualmente ilimitado número de variantes técnicas.
Un buen programa, te da las herramientas que necesitas para progresar, más allá de las limitaciones del propio programa.
El sistema, o escuela que posee un programa así (y hay muchas), no sigue el mismo por "cumplir con un trámite" sino como una valiosísima guía y sus practicantes están orgullosos del mismo, tal y como mencionó un buen amigo más arriba, en estos casos "el programa es la piedra angular del sistema"
Un buen programa es como una completísima caja de herramientas y un curso muy solvente de como usarlas y fabricar lo que necesites.
Un mal programa, es un conjunto de piezas ya elaboradas, que cubre ciertas necesidades, pero que no te provee de lo necesario para crear las que puedas necesitar ante una nueva situación o contingencia, teniendo que apañarte malamente con lo que tengas, sin date tampoco la habilidad, adaptabilidad y versatilidad necesarias para saber adaptarlas al nuevo uso que precises en cada instante y que por lógica, ni el más extenso de los programas podría cubrir, pues las situaciones son infinitas y los programas, limitados.
Para finalizar, un buen programa hace uso se las herramienta que contiene para que el alumno en las clases se forme y adquiera habilidades y libertad de uso de las mismas, genera un arte "vivo". Un mal programa, se limita a "fotocopiarse a si mismo" en el estudiante, repitiéndose y perpetuándose tan "muerto" como en el momento en que se diseñó.