Discípulo:
-Sabio Maestro, podría enseñarme la diferencia entre una perla y una
mujer?
Maestro:
- La diferencia, humilde aprendiz, es que a las perlas, esas gotas de mar
enhebradas, se les puede entrar por dos lados, mientras que a una mujer
sólo por un lado.
Discípulo (un tanto confuso):
- Pero Maestro, la eternidad me guarde de contradecir vuestra himaláyica sabiduría, pero oí decir que ciertas mujeres permiten, entrar por los dos lados.
Maestro (con una sonrisa delicada):
- En ese caso, discípulo afanoso, no se trata de una mujer sino de una
perla.
Meditemos.
Una cena en un Templo Shaolín
Moderadores: moderador suplente, admin