Muerte por lapidación. Firma aquí
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Muerte por lapidación. Firma aquí
"Siete mujeres corren riesgo de ejecución por lapidación en Irán". De este modo comienza la carta que Amnistía Internacional espera que firme el mayor número posible de internautas urgentemente. Después, la ONG enviará las rúbricas al líder de la República Islámica de Irán para que conmute la condena a estas mujeres.
En la campaña lanzada por la ONG se intenta frenar la muerte de Parisa, Iran, Khayrieh, Shamameh, Kobra, Soghra y Fatemeh, que "han sido injustamente condenadas a la pena más cruel, inhumana y degradante, la de la pena de muerte".
La víctima condenada a morir lapidada es envuelta en una sábana blanca y enterrada hasta la cintura o el cuello para sufrir una muerte lenta y dolorosa mientras es apedreada con piedras no excesivamente grandes -como exige la ley islámica-, para evitar la muerte con el primer golpe.
En la carta que enviará Amnistía a Irán se denuncia la muerte de un hombre y una mujer en mayo de 2006 mediante este método. A pesar de que en diciembre de 2002 el presidente de la magistratura anunció la suspensión de las ejecuciones por lapidación, los informes recibidos por la organización indican que la pareja ha sido ejecutada.
Amnistía Internacional ha utilizado en otras ocasiones la presión ciudadana e internacional en campañas similares para salvar a otras mujeres condenadas a morir lapidadas. Dos casos consiguieron dar la vuelta al mundo: el de Amina Lawal, una mujer de 31 años, y el de Safiya Husaini, de 35. Las dos mujeres, de Nigeria, consiguieron salvar sus vidas gracias a la presión internacional.
Esta es la direccion en la cual podeis firmar la carta (y donde también la podeis leer). Recordad que si no quereis recibir informacion en vuestro correo de Amnistia Internacional, tras firmar la carta, abajo del todo teneis un cuadradito que teneis que señalar.
La direccion es: http://www.es.amnesty.org/especial/lapi ... /firma.php
En la campaña lanzada por la ONG se intenta frenar la muerte de Parisa, Iran, Khayrieh, Shamameh, Kobra, Soghra y Fatemeh, que "han sido injustamente condenadas a la pena más cruel, inhumana y degradante, la de la pena de muerte".
La víctima condenada a morir lapidada es envuelta en una sábana blanca y enterrada hasta la cintura o el cuello para sufrir una muerte lenta y dolorosa mientras es apedreada con piedras no excesivamente grandes -como exige la ley islámica-, para evitar la muerte con el primer golpe.
En la carta que enviará Amnistía a Irán se denuncia la muerte de un hombre y una mujer en mayo de 2006 mediante este método. A pesar de que en diciembre de 2002 el presidente de la magistratura anunció la suspensión de las ejecuciones por lapidación, los informes recibidos por la organización indican que la pareja ha sido ejecutada.
Amnistía Internacional ha utilizado en otras ocasiones la presión ciudadana e internacional en campañas similares para salvar a otras mujeres condenadas a morir lapidadas. Dos casos consiguieron dar la vuelta al mundo: el de Amina Lawal, una mujer de 31 años, y el de Safiya Husaini, de 35. Las dos mujeres, de Nigeria, consiguieron salvar sus vidas gracias a la presión internacional.
Esta es la direccion en la cual podeis firmar la carta (y donde también la podeis leer). Recordad que si no quereis recibir informacion en vuestro correo de Amnistia Internacional, tras firmar la carta, abajo del todo teneis un cuadradito que teneis que señalar.
La direccion es: http://www.es.amnesty.org/especial/lapi ... /firma.php
pues yo no he firmado,por que lo creo inutil no por otra cosa.
la unica solucion posible a estas cosas es hacer cambiar al gobierno que permite estas cosas mediante la guerra o amenazas de guerra pero claro NO A LA GUERRA ,sinceramente lamentandolo mucho no creo que nuestas firmas las firmas de unos infieles les importen una mierda a esos islamitas pro ley shaira o como c**o se escriba
la unica solucion posible a estas cosas es hacer cambiar al gobierno que permite estas cosas mediante la guerra o amenazas de guerra pero claro NO A LA GUERRA ,sinceramente lamentandolo mucho no creo que nuestas firmas las firmas de unos infieles les importen una mierda a esos islamitas pro ley shaira o como c**o se escriba
Uhm! Vaya, es una actitud que no comparto ni comprendo, pero respeto...pues yo no he firmado,por que lo creo inutil no por otra cosa
De todas formas, si lees el mensaje que he escrito
Puede que realmente no sirva de nada, pero existiendo la posibilidad de que si sirva para algo, no cuesta nada perder tres segundos en rellenar un cuestionario.Amnistía Internacional ha utilizado en otras ocasiones la presión ciudadana e internacional en campañas similares para salvar a otras mujeres condenadas a morir lapidadas. Dos casos consiguieron dar la vuelta al mundo: el de Amina Lawal, una mujer de 31 años, y el de Safiya Husaini, de 35. Las dos mujeres, de Nigeria, consiguieron salvar sus vidas gracias a la presión internacional.
Esto si que no lo comparto para nada. Un día vi un video, en un telediario, de un país (creo que era Corea del Norte) en el que iban a ejecutar (ahorcados) a unos hombres. El ahorcamiento fue público y se reunió una infinidad de gente para verlo, algunos incluso se subían en sus bicicletas para verlo mejor. Me recordó a las películas medievales, cuando todo el pueblo se reunía en la plaza para ver ahorcar a los ladrones y les tiraban fruta podrida. Eso no se cambia derrocando un gobierno, pienso yola unica solucion posible a estas cosas es hacer cambiar al gobierno que permite estas cosas mediante la guerra o amenazas de guerra
Re: Muerte por lapidación. Firma aquí
Firmado.
Estos tipos estan LOCOS.
Saludos.
Estos tipos estan LOCOS.
Saludos.
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Malditas religiones estúpidas y sin sentido: prohibiciones, promesas y castigos divinos...
La estupidez humana no tiene límite, pero estos ponen todo su empeño en intentar alcanzar ese límite, desde luego que sí.
Por mi como si adoran a las piedras, siempre y cuando no se dediquen a tirármelas a mi parcela (o a la cabeza de estas mujeres): firmado.
Sumisión, de Theo Van Gogh:
http://video.google.es/videoplay?docid= ... o+van+gogh
TRADUCCIÓN
"El cineasta holandés Theo Van Gogh fue asesinado en su país por un musulmán tras el pase en televisión de su cortometraje "Submissión", con guión de la diputada Ayaan Hirsi Ali, de origen somalí y afincada en Holanda, quien se basó en sus experiencias de mujer bajo el yugo del Islam, Ayaan Hirsi Ali está amenazada de muerte.
SUMISSIÓN - un cortometraje de Theo Van Gogh, sobre guión de Ayaan Hirsi Ali.
Una mujer cubierta con un velo de pies a cabeza se aproxima a la cámara, se arrodilla, extiende una alfombrilla y comienza una oración.
Alá es grande. En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso. Alabado sea Alá, Señor del mundo, el Compasivo, el Misericordioso, Rey del Día del Juicio. Te adoramos, y te pedimos ayuda. Guíanos por el buen camino, el de aquellos que has colmado de gracia, no el de aquellos que han sufrido tu ira, ni el de los que se han apartado del camino. Amén.
La mujer se incorpora y comienza su monólogo. Oh Alá, mientras yazgo aquí herida, mi espíritu roto, oigo en mi cabeza la voz del juez que me declara culpable (mientras habla, se escuchan latigazos y aparecen flashes de una mujer herida por el látigo). La sentencia a la que debo someterme está recogida en tus palabras: "La mujer y el hombre culpables de adulterio y fornicación sean golpeados con cien azotes, sin compasión, según el modo prescrito por Alá. Si crees en Alá y en el Último Día, entonces permite a los creyentes ser testigos de su castigo". (Corán 24:2)
Pausa.
Hace un año, en un día de sol, mientras estaba en el zoco, mis ojos fueron atraídos por los de Rahmán, el joven más guapo que jamás haya encontrado. Después de aquel día, no pude evitar sentir su presencia cada vez que me acercaba al mercado, y me ilusioné cuando descubrí que sus apariciones en el bazar no eran simple coincidencia.
Un día, él (larga pausa) sugirió que nos encontráramos en un lugar secreto. Y yo acepté. Y desde entonces nuestra relación se profundizó, y de nuestro amor una nueva vida comenzó a crecer. Nuestra felicidad no pasó inobservada. Tras no mucho tiempo, las miradas cedieron espacio a las lenguas malévolas. Ignorábamos a estas personas, Rahmán y yo nos entregábamos el uno al otro, y nos encomendábamos a la piedad de Alá. Ingenuos, jóvenes. Y enamorados, tal vez. Pero nosotros pensábamos que el Señor estaría de nuestro lado. Rahmán y yo compartíamos afecto, fé y un profundo respeto el uno por el otro. ¿Cómo podía Alá desaprobar todo esto?
Pausa.
Cuando cumplí los dieciséis años, mi padre vino a la cocina: "Te casarás con Haziz", me dijo (mientras habla se ven imágenes de una mujer desconsolada vestida de novia). "Viene de una familia virtuosa y sabrá hacerse cargo de tí". El día de mi matrimonio fue una celebración para mi familia, más que mía. Una vez juntos en casa, mi marido se me acercó, y desde entonces su roce me disgusta. Su olor me repele, aunque haga poco que se ha duchado. Con todo, oh Alá, obedezco sus órdenes según tus palabras, y dejo que me posea. Porque cada vez que yo le rechazo, él me recuerda tu voluntad: "El periodo de las mujeres es cosa impura, por lo tanto mantenlas lejos de tí mientras tengan el periodo, y no te acerques a ellas hasta que sean puras. Pero cuando se hayan purificado, puedes acercarte a ellas de cualquier manera, en cualquier hora o lugar permitido por Alá. Porque Alá ama a aquellas que se mantienen limpias y puras". (Corán, 2:222)
Aparece la imagen de una mujer que yace semivestida, con el rostro tumefacto, temblando en un rincón.
Oh Alá, Altísimo, Tú dices que los hombres son los protectores, el sostén de las mujeres, porque les has dado más fuerza. Pues bien, yo siento al menos una vez a la semana la fuerza del puño de mi marido sobre mi rostro (mientra habla, se ven flashes de la mujer golpeada). Oh Alá, Altísimo, la vida con mi marido es dura de soportar, pero yo someto mi voluntad a la tuya. Mi marido me mantiene con sus medios, y por éso yo le soy devota y obediente, y en ausencia de mi marido custodio aquello que me ordena custodiar. Pero mi marido, mi protector, teme que yo no le sea fiel, que yo tenga una conducta malvada. Me acusa de ser una ingrata y encuentra siempre una razón para poner en duda mi fidelidad. Y después de una serie de amenazas y advertencias, se decide a pegarme (se oye un latigazo).
Pausa.
Oh Alá, el Grande y Misericordioso, como Tú ordenas a toda mujer creyente, yo me cubro con el velo y custodio mi modestia. No muestro nunca mi belleza ni mis joyas, tampoco mi rostro ni mis manos, camino de modo que no llamo la atención sobre mis adornos escondidos, tampoco en las fiestas. No salgo nunca de casa, a menos que sea absolutamente necesario. Y aun en estos casos, siempre con el permiso de mi padre. Y cuando salgo, velo mis formas, según lo que ordenas. De vez en cuando, peco. Tengo la fantasía de sentir el viento a través de mis cabellos, el sol sobre mi piel, en la playa. Sueño con los ojos abiertos en un largo viaje a través del mundo, imaginando todas las personas y todos los lugares que existen allá fuera. Claro que yo no veré nunca estos lugares, ni me encontraré con mucha gente, porque es muy importante que yo custodie mi modestia, según tu voluntad, oh Alá. Así, con alegría, yo hago lo que tu ordenas, y cubro mi cuerpo de la cabeza a los pies (mientras habla se ven imágenes de una mujer rígida y silenciosa cubierta con velo de pies a cabeza). Salvo cuando estoy en casa con la única compañía de los miembros de mi familia. En general, estoy muy satisfecha con mi vida. No obstante las cosas han cambiado desde que el hermano de mi padre, Hakim, se vino a vivir con nosotros. Hakim espera a que yo esté sola en casa, entra en mi habitación (se expresa con creciente indefensión y desconcierto), y me ordena que le haga cosas, que le toque las partes íntimas de su cuerpo. Así que, desde que mi tío está con nosotros, he iniciado el hábito de llevar el velo incluso en casa, para desanimarlo. Pero ésto no lo detiene. Es más, esta vez me desgarra el velo, rasga mi ropa interior y me viola. Y cuando se lo he digo a mi madre, me dice que éso tengo que hablarlo con mi padre, pero mi padre me ordena que no ponga en duda el honor de su hermano. Yo siento un dolor profundo cada vez que mi tío se me acerca, me siento como un animal en la jaula que espera ser sacrificado, me lleno de sentimiento de culpa y de vergüenza. Me siento abandonada, aunque esté rodeada de mi familia y los amigos. Oh Alá, Hakim se ha marchado, ahora que sabe que estoy encinta.
Aparecen imágenes de la mujer maltrada, la novia y la mujer velada de pies a cabeza.
El veredicto que ha matado mi fé y mi amor se encuentra en tu libro sagrado. La fé en tí, la sumisión a tí, los veo como una traición a uno mismo. Oh Alá, Tú que das y que quitas la vida, has ordenado a todos los creyentes que se entreguen a tí... ¿para obtener ésto? (se oye un latigazo). En toda mi vida no he hecho otra cosa que entregarme a tí y, ahora, mientras bajo el velo te pido por mi salvación, Tú permaneces silencioso. Como la tumba que anhelo.
La mujer vuelve a arrodillarse y continúa su oración.Alá es grande. En el nombre de Alá, etc.
FIN"
La estupidez humana no tiene límite, pero estos ponen todo su empeño en intentar alcanzar ese límite, desde luego que sí.
Por mi como si adoran a las piedras, siempre y cuando no se dediquen a tirármelas a mi parcela (o a la cabeza de estas mujeres): firmado.
Sumisión, de Theo Van Gogh:
http://video.google.es/videoplay?docid= ... o+van+gogh
TRADUCCIÓN
"El cineasta holandés Theo Van Gogh fue asesinado en su país por un musulmán tras el pase en televisión de su cortometraje "Submissión", con guión de la diputada Ayaan Hirsi Ali, de origen somalí y afincada en Holanda, quien se basó en sus experiencias de mujer bajo el yugo del Islam, Ayaan Hirsi Ali está amenazada de muerte.
SUMISSIÓN - un cortometraje de Theo Van Gogh, sobre guión de Ayaan Hirsi Ali.
Una mujer cubierta con un velo de pies a cabeza se aproxima a la cámara, se arrodilla, extiende una alfombrilla y comienza una oración.
Alá es grande. En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso. Alabado sea Alá, Señor del mundo, el Compasivo, el Misericordioso, Rey del Día del Juicio. Te adoramos, y te pedimos ayuda. Guíanos por el buen camino, el de aquellos que has colmado de gracia, no el de aquellos que han sufrido tu ira, ni el de los que se han apartado del camino. Amén.
La mujer se incorpora y comienza su monólogo. Oh Alá, mientras yazgo aquí herida, mi espíritu roto, oigo en mi cabeza la voz del juez que me declara culpable (mientras habla, se escuchan latigazos y aparecen flashes de una mujer herida por el látigo). La sentencia a la que debo someterme está recogida en tus palabras: "La mujer y el hombre culpables de adulterio y fornicación sean golpeados con cien azotes, sin compasión, según el modo prescrito por Alá. Si crees en Alá y en el Último Día, entonces permite a los creyentes ser testigos de su castigo". (Corán 24:2)
Pausa.
Hace un año, en un día de sol, mientras estaba en el zoco, mis ojos fueron atraídos por los de Rahmán, el joven más guapo que jamás haya encontrado. Después de aquel día, no pude evitar sentir su presencia cada vez que me acercaba al mercado, y me ilusioné cuando descubrí que sus apariciones en el bazar no eran simple coincidencia.
Un día, él (larga pausa) sugirió que nos encontráramos en un lugar secreto. Y yo acepté. Y desde entonces nuestra relación se profundizó, y de nuestro amor una nueva vida comenzó a crecer. Nuestra felicidad no pasó inobservada. Tras no mucho tiempo, las miradas cedieron espacio a las lenguas malévolas. Ignorábamos a estas personas, Rahmán y yo nos entregábamos el uno al otro, y nos encomendábamos a la piedad de Alá. Ingenuos, jóvenes. Y enamorados, tal vez. Pero nosotros pensábamos que el Señor estaría de nuestro lado. Rahmán y yo compartíamos afecto, fé y un profundo respeto el uno por el otro. ¿Cómo podía Alá desaprobar todo esto?
Pausa.
Cuando cumplí los dieciséis años, mi padre vino a la cocina: "Te casarás con Haziz", me dijo (mientras habla se ven imágenes de una mujer desconsolada vestida de novia). "Viene de una familia virtuosa y sabrá hacerse cargo de tí". El día de mi matrimonio fue una celebración para mi familia, más que mía. Una vez juntos en casa, mi marido se me acercó, y desde entonces su roce me disgusta. Su olor me repele, aunque haga poco que se ha duchado. Con todo, oh Alá, obedezco sus órdenes según tus palabras, y dejo que me posea. Porque cada vez que yo le rechazo, él me recuerda tu voluntad: "El periodo de las mujeres es cosa impura, por lo tanto mantenlas lejos de tí mientras tengan el periodo, y no te acerques a ellas hasta que sean puras. Pero cuando se hayan purificado, puedes acercarte a ellas de cualquier manera, en cualquier hora o lugar permitido por Alá. Porque Alá ama a aquellas que se mantienen limpias y puras". (Corán, 2:222)
Aparece la imagen de una mujer que yace semivestida, con el rostro tumefacto, temblando en un rincón.
Oh Alá, Altísimo, Tú dices que los hombres son los protectores, el sostén de las mujeres, porque les has dado más fuerza. Pues bien, yo siento al menos una vez a la semana la fuerza del puño de mi marido sobre mi rostro (mientra habla, se ven flashes de la mujer golpeada). Oh Alá, Altísimo, la vida con mi marido es dura de soportar, pero yo someto mi voluntad a la tuya. Mi marido me mantiene con sus medios, y por éso yo le soy devota y obediente, y en ausencia de mi marido custodio aquello que me ordena custodiar. Pero mi marido, mi protector, teme que yo no le sea fiel, que yo tenga una conducta malvada. Me acusa de ser una ingrata y encuentra siempre una razón para poner en duda mi fidelidad. Y después de una serie de amenazas y advertencias, se decide a pegarme (se oye un latigazo).
Pausa.
Oh Alá, el Grande y Misericordioso, como Tú ordenas a toda mujer creyente, yo me cubro con el velo y custodio mi modestia. No muestro nunca mi belleza ni mis joyas, tampoco mi rostro ni mis manos, camino de modo que no llamo la atención sobre mis adornos escondidos, tampoco en las fiestas. No salgo nunca de casa, a menos que sea absolutamente necesario. Y aun en estos casos, siempre con el permiso de mi padre. Y cuando salgo, velo mis formas, según lo que ordenas. De vez en cuando, peco. Tengo la fantasía de sentir el viento a través de mis cabellos, el sol sobre mi piel, en la playa. Sueño con los ojos abiertos en un largo viaje a través del mundo, imaginando todas las personas y todos los lugares que existen allá fuera. Claro que yo no veré nunca estos lugares, ni me encontraré con mucha gente, porque es muy importante que yo custodie mi modestia, según tu voluntad, oh Alá. Así, con alegría, yo hago lo que tu ordenas, y cubro mi cuerpo de la cabeza a los pies (mientras habla se ven imágenes de una mujer rígida y silenciosa cubierta con velo de pies a cabeza). Salvo cuando estoy en casa con la única compañía de los miembros de mi familia. En general, estoy muy satisfecha con mi vida. No obstante las cosas han cambiado desde que el hermano de mi padre, Hakim, se vino a vivir con nosotros. Hakim espera a que yo esté sola en casa, entra en mi habitación (se expresa con creciente indefensión y desconcierto), y me ordena que le haga cosas, que le toque las partes íntimas de su cuerpo. Así que, desde que mi tío está con nosotros, he iniciado el hábito de llevar el velo incluso en casa, para desanimarlo. Pero ésto no lo detiene. Es más, esta vez me desgarra el velo, rasga mi ropa interior y me viola. Y cuando se lo he digo a mi madre, me dice que éso tengo que hablarlo con mi padre, pero mi padre me ordena que no ponga en duda el honor de su hermano. Yo siento un dolor profundo cada vez que mi tío se me acerca, me siento como un animal en la jaula que espera ser sacrificado, me lleno de sentimiento de culpa y de vergüenza. Me siento abandonada, aunque esté rodeada de mi familia y los amigos. Oh Alá, Hakim se ha marchado, ahora que sabe que estoy encinta.
Aparecen imágenes de la mujer maltrada, la novia y la mujer velada de pies a cabeza.
El veredicto que ha matado mi fé y mi amor se encuentra en tu libro sagrado. La fé en tí, la sumisión a tí, los veo como una traición a uno mismo. Oh Alá, Tú que das y que quitas la vida, has ordenado a todos los creyentes que se entreguen a tí... ¿para obtener ésto? (se oye un latigazo). En toda mi vida no he hecho otra cosa que entregarme a tí y, ahora, mientras bajo el velo te pido por mi salvación, Tú permaneces silencioso. Como la tumba que anhelo.
La mujer vuelve a arrodillarse y continúa su oración.Alá es grande. En el nombre de Alá, etc.
FIN"
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