Mensaje
por Maica » 16 Jun 2010 03:53
Bueno, si me has leido en otros hilos sabrás ya como pienso acerca de lo de dividir a la sociedad. Estos no son más que el corrillo de aplaudidores pelotas de los que se rodea el gobierno actual. Hemos llegado a un punto en el que incluso declararse de derechas en un pais donde se supone que hay libertad de elección de voto es casi un crimen. Pero es que mañana ponen en el poder a otros y estoy segura de que escucharíamos el mismo cuento con distinta voz. Mi abuelo, que en paz descanse, que era una gran persona llena de bondad, me contaba las atrocidades que había visto hacer en un bando y en otro, en una guerra donde estaban enfrentados hermanos contra hermanos, donde muchas veces no se luchaba para defender ninguna idea sino donde te tocaba la china, el luchó en ambos bandos por circunstancias. Mi tio abuelo que también está ya descansando de este mundo, era un señorito de familia adinerada que peleó en el bando de izquierdas, era un gimnasta de anillas y paralelas que tenía las manos llenas de callos, y se salvó de ser fusilado por este detalle ante la impotencia de no poder evitar que mataran delante de él a muchos amigos solo por ser de familias ricas, fué declarado héroe de guerra por salvar a un pueblo entero de ser masacrado por el bando de izquierda y se le concedió una paga y varios honores por parte del gobierno de izquierdas años antes de fallecer por los servicios prestados al bando de izquierdas como oficial, que contradicción ¿no?. A mi abuela le mataron una noche en su propia casa a su padre delante de sus ojos siendo una niña, las mismas personas a las que había ayudado muchas veces a que no pasaran hambre, simplemente porque tenía dinero. A mi otra abuela le metieron en la carcel a su padre en condiciones infrahumanas por ser de izquierda y a ella entre constantes amenazas la raparon el pelo siendo solo una niña cuando iba a verle a prisión. Historias de estas podemos escuchar miles, seguro que cada uno de vosotros tiene las suyas en su familia, a cada cual más terrible, de uno y otro bando. No se trata de que quienes han sufrido tales atrocidades perdonen a quienes les hicieron ese daño, pero si de que sus descendientes pasen página y no juzguen a sus hijos por lo que hicieron sus padres, a veces queriendo y otras obligados. Ahora es tiempo ya de que todos aprendamos del pasado y no comencemos otra guerra interna más , de que no estemos separados por cosas que nos han tenido que contar porque gracias a Dios no nos tocó vivirlas, o por aquellas que nos narran los libros de historia que siempre escriben los vencedores, antes de un bando y ahora de otro. Nos toca vivir el presente y mantenernos unidos para pelear por vivir en paz y con dignidad, que en el fondo es el ideal que todos deseamos. Somos más parecidos todos de lo que pensamos o nos quieren hacer creer porque no les interesa nuestra unión.