bur escribió:D.E.P. Mi más sentido pésame a la razón y a los DERECHOS DE LAS VÍCTIMAS y de sus familias.
Eso es demagogia, y sirve para desviar el debate de lo que realmente es importante.
No se puede pretender que la ley se reinterprete cuando alguien ya ha sido condenado, porque como alguien ya ha dicho, eso no solo afecta a los presos a los que se le aplica dicha doctrina, sino que afecta a todo el mundo.
Además, es demagogia porque la democracia no ha perdido nada, ni mucho menos se ha premiado al terrorismo, eso es un insulto a la inteligencia. Cabe recordar que la doctrina Parot también se aplica a otros presos, como por ejemplo el único condenado por el asesinato de las niñas de Alcasser (que por mi tendría que pasar el resto de su vida en la cárcel, pero no como consecuencia de una reinterpretación de la ley, sino como consecuencia de la ley). Así, pretender que esto va de terrorismo, es demagogia, va de leyes y de su aplicación. Que la mayoría de presos a quien se aplica dicha doctrina son etarras? cierto. Tan cierto como que Gallardón indulta al cliente de su hijo, lo que aclara que no tiene ni un atisbo de vergüenza o dignidad, y en cambio aquí no pasa nada. Porque el mismo Ministro de Justicia que sale defendiendo la doctrina Parot, se pasa la Justicia por donde todos sabemos cuando se trata de un cliente del despacho de abogados donde trabaja su hijo (cliente que mato a una persona).
Por eso, ver que se habla de ataque a la democracia, cesión a los terroristas, etc, cuando se trata de un tema estrictamente legal, y cuando el sistema tiene muchas otras disfunciones, es pura demagogia.
Como observación personal, y ya sin hablar de terrorismo, por no entrar en ese debate que rehúye del fondo de la cuestión, yo no tendría inconveniente en que determinados delitos se penaran con cadena perpetua. Ahora bien, una cosa es que la ley imponga dicha pena, y la otra es que, dependiendo de factores políticos, mediáticos o sociales, una pena se transforme en otra, porque eso es violar no ya el derecho internacional, sino también el propio derecho nacional.