Mensaje
por Butoiai » 03 Mar 2007 10:32
Hola a todos de nuevo,después de repasar todo el post creo que hay gente que no pudo o no quiso leer este artículo que fue escrito por mi Maestro mientras estuvo viviendo en Sapporo con el Maestro Sudo,supongo que quienes no dan credibilidad a esta historia pueden
pasarse por allí en alguno de sus viajes y preguntárselo personalmente.
Disculpad mi rudeza,pero hasta ahora no he visto que ninguno de los que habéis escrito pertenezcáis a Daito-Ryu para poder negar esta historia con tanta seguridad.
Como siempre podéis seguir negando la evidencia.siempre es más fácil denostar a las personas que no se conocen que admirarlas..
Saludos
DAITO RYU AIKI JIU-JIUTSU
De todas las artes marciales que decimos japonesas, hay algunas que lo son de forma más auténtica y característica, son más realmente oriundas de Japón. Entre esas artes se encuentra el JIU-JIUTSU, esa singular forma de defensa personal que practicaron y desarrollaron los legendarios SAMURAI.
Dentro de las escuelas que de este arte sobreviven en Japón, las hay extraordinariamente privilegiadas por su antigüedad e historia; dentro de estas escuelas privilegiadas se encuentra DAITO RYU, cuyo linaje se remonta al emperador SEIWA (850-880 d.C.), de quien se cree es descendiente MINAMOTO NO YOSHIMITSU, también llamado SINRA SABURO, fundador de la mencionada escuela, y que fue asesinado por su hermano, al parecer por envidias, en el año 1127.
La tradición de los conocimientos que sobre la escuela se tienen, son esencialmente por transmisión oral, circunstancia que dificulta mucho la precisión de los mismos. Posteriormente a los hechos señalados, la escuela se puede ver en el seno de la familia TAKEDA de KAI, descendiente de su fundador.
En la conocidísima guerra contra NOBUNAGA, principio de la unificación de Japón, en la segunda mitad del siglo XVI, el clan TAKEDA fue vencido por las armas de fuego utilizadas por NOBUNAGA; los sobrevivientes de la familia TAKEDA se dispersan y esconden.
A partir de 1603, comienza en Japón el larguísimo período TOKUGAWA; en él, los TAKEDA viven en paz sin ser perseguidos, pero sin sus posesiones y sin el poder que antes les caracterizaba. Desde entonces, los TAKEDA sirvieron como ayudantes de los señores de los castillos del clan AIZU, circunstancia que marcaría definitivamente su azarosa existencia.
El día 8 de julio del año 1853, el comodoro Perry se presenta en la desembocadura de la bahía de EDO (hoy TOKYO) con una carta del presidente de Estados Unidos para el SHOGUN; el mundo no estaba dispuesto a seguir permitiendo la cerrazón japonesa. El día 31 de marzo del año 1854 se firma el tratado de paz y amistad con Estados Unidos, al que le siguen otros como los de Rusia, Holanda, Francia, Inglaterra..
A partir de estas fechas, la vida de Japón se conmociona; surgen bandos, enfrentamientos: otra vez la guerra. Japón se divide en opiniones diversas sobre la relación que se debía tener con los extranjeros. El BAKUFU gobierno del SHOGUN, parece partidario de las relaciones, la Corte Imperial y otros clanes de SAMURAI no.
No es materia de este artículo extenderse en el piélago de este agitado período de la historia japonesa, sólo decir unas palabras imprescindibles sobre los sucesos acaecidos al clan AIZU, donde se encuentra la familia TAK E DA.
En el año de 1862, el BAKUFU restablece el cargo de KYOTO SHUGOSHOKU, gobernador militar de <YOTO, ciudad sede de la Corte Imperial. Para este cargo fue designado MATSUDAIRA KATAMORI, señor de AlZU, y primo lejano del SHOGUN. El cargo repugnaba a la dignidad de la Corte, pero KATAMORI supo conquistar el aprecio del Emperador.
Tras muchas vicisitudes históricas que sería prolijo relatar aquí, el BAKUFU claudica ante las tropas del nuevo gobierno formado en KYOTO, y devuelve el poder al Emperador después de casi tres siglos de poder SHOGUNAL.
En el norte, los territorios no están sometidos todavía al poder del Emperador. Los AIZU se proclaman enemigos del nuevo gobierno. Las tropas del nuevo gobierno sitian al castillo de os AIZU. El castillo cae en poder del enemigo el día 6 de noviembre del año 1868, año de la proclamación MEIJI.
Un europeo fue testigo de excepción de estos acontecimientos, el médico irlandés Willis, que acompañó al ejército gubernamental. Este cuenta que nadie se presentó, excepto los guardias, a la salida de KATAMORI cuando era llevado prisionero a KYOTO. Los campesinos eran completamente indiferentes al paso de su antiguo señor detenido.
Durante esta guerra contra los AIZU, la cabeza de la escuela DAITO RYU era SOEMON TAKEDA, el cual no quiso transmitir sus conocimientos a su hijo, SOKICHI TAKEDA; decía que era muy fuerte y grande, no le gustaba como sucesor suyo. SOKICHI TAKEDA fue luchador de SUMO, y su participación al frente de un grupo de SUMOTORIS en la guerra AIZU, fue muy destacada. Era famoso por su destreza en el manejo de la lanza y por su coraje. Arrojándose en medio de los enemigos, hacía estragos en sus filas. "SOKICHI el demonio" era llamado por sus enemigos.
Por esas fechas, el futuro cabeza de la escuela, era un niño de 8 años. SOKAI<U TAKEDA, nieto de SOEMON, era ya conocido por su fuerte carácter, característica que señalan numerosas anécdotas. Cuando el ejército del nuevo gobierno invadió las tierras de los AIZU, unos soldados robaron un pato a SOKAKU; la tenacidad del niño en su defensa fue extraordinaria. Un oficial que intercedió por él dio unas monedas por el ave y le dijo que llegaría lejos con ese terrible carácter.
Aprovechando las sombras de la noche y con una máscara de diablo, un vecino pretendió intimidar a SO-KAKU y robarle el dinero que le había entregado el oficial. Al llegar a la casa del niño, éste propinó tal golpe a la cabeza del hombre, que la máscara se partió en dos; inmediatamente después, SOKAKU, comenzó a arrojarle todos los objetos que encontraba en su camino. La profunda herida recibida por el frustrado ladrón, sirvió posteriormente para su identificación.
SOKAKU vio la guerra AIZU con todos sus horrores. Burlando la vigilancia enemiga todos los días en el crepúsculo, vio también el intenso bombardeo que durante una semana el ejército del gobierno dirigió al castillo de los AIZU.
Muchas son las anécdotas acumuladas en la intrépida vida de SOKAKU; desde la expulsión del DOJO de un sexto Dan de JUDO, siendo ya muy anciano (poco antes de su muerte), y con medio cuerpo paralizado por un derrame cerebral, hasta su obstinación de portar la KA-TANA, escondida en la espalda, a pesar de estar prohibido por edicto imperial. Fue también famoso por su destreza en el lanzamiento de SHURIKEN, con los que cazaba ciervos para su subsistencia.
Importante aquí, es evidenciar los motivos por los que SOKAKU extendió las enseñanzas de la escuela. Tras la guerra AIZU, los sobrevivientes del clan fueron obligados a dispersarse y vivir apartados. Cuando SOKAKU fue a visitar a TANOMO SAlGO, jefe de los ayudantes del castillo de los AIZU, al templo donde éste se encontraba, pidió a SOKAKU que extendiera sus conocimientos mar. Pero no fueron sólo los conocimientos marciales de este clan de SAMURAI los que corrieron peligro por esos inciertos días.
En el año de 1871, se prohibe a los SAMURAI portar la KATANA, símbolo de su clase y posición; con el rechazo gubernamental a la clase del SAMURAI, las artes guerreras tradicionales entran en un difícil periodo, donde gran parte de estos conocimientos se pierde. Las enseñanzas que se aglutinaban en una sola educación para el BUSHI, se disgregan. Algunos maestros sostienen escuelas de alguna de estas disciplinas. Unas pierden esencia, otras, como el JUDO, se convierten en deportes, perdiendo así su concepto de arte para la lucha y parte integral de una formación física y moral más amplia.
Existe una relación importante entre la escuela DAITO RYU y el JUDO de JIGORO KANO. KANO, nacido el mismo año que SOKAKU TAKEDA, buscaba insistentemente maestros que pudieran enriquecer el JUDO. SI-RO SAlGO fue hijo adoptivo de TANOMO SAlGO; durante su estancia en TOKYO, fue solicitado por JIGORO KANO para que enseñara su arte, DAITO RYU, en el KODOKAN.
DAITO RYU tiene también relación con el AIKIDO. MORIHEI UESHIBA fue alumno, tres meses aproximadamente, de SOKAKU TAKEDA, pero fue expulsado por éste, recordemos su rudo carácter,. por haber dado clases sin su autorización.
SOKAKU TAKEDA no sólo tiene importancia relevante en las artes marciales japonesas, por ser el puente entre la tradición marcial antigua, estricta, y los tiempos modernos. SOKAKU recibió enseñanzas de DAITO RYU a través de su abuelo SOEMON, maestro de TANOMO SAlGO. Pero también recibió enseñanzas de TANOMO SAlGO, que le enseñó OSHIKIUCHI, técnica marcial que nació de DAITO RYU, pero que se había desarrollado en secreto y a parte, en la familia de TANOMO SAlGO, y que sólo se enseñaba a los SAMURAI importantes del castillo. Por lo tanto, los conocimientos de SOKAKU TAKEDA fueron ambos estilos combinados.
Como se dijo, las anécdotas conocidas de SOKAKU TAKEDA son muchas, y seguir refiriéndolas haría innecesariamente extenso este artículo. Lo que si es relevante, es seguir los acontecimientos de las transmisiones de la jefatura de la escuela hasta nuestros días.
En algún lugar de la isla de HOKKAIDO, trabajaba como cocinero un joven de 18 años. Enterado éste, de que había llegado a aquel lugar un BUDOKA importante, SOKAKU TAKEDA, fue a verle. SOKAKU realizó una técnica sobre el joven; éste, impresionado le pidió recibir enseñanzas. Era KAKUYOSHI YAMAMOTO, futuro ITTOSAI KAKUYO SHI YAMAMOTO, sucesor de SOKAKU en la jefatura de la escuela.
Al transmitir la jefatura de la escuela a YAMMAMOTO, SOKAKU TAKEDA le entregó el cordón que KAMATORI le había dado como símbolo de reconocimiento al valor y los servicios prestados por su padre SOKICHI TAKEDA. Este cordón, que hoy luce el actual jefe de la escuela, es posible que provenga del siglo XVII; que el tercer TOKUGAWA se lo entregara a algún antepasado de KATAMORI.
SOKAKU TAKEDA tuvo un hijo, TOKIMUNE TAKEDA, que actualmente imparte clases de DAITO RYU como sucesor directo de SOKAKU. Poca gente sabe, incluso en Japón, que la auténtica sucesión de la escuela, la encabeza hoy un sencillo Quiropráctico de CHITOSE, pequeña ciudad de HOKKAIDO.
En el año de 1971, un joven estudiante de 13 años acompañó a un amigo a su clase de JIU-JIUTSU. El muchacho se sentó tímidamente, dispuesto a observar la clase; después de un rato, el maestro YAMAMOTO le dice que se incorpore a la misma. Desde ese día, el muchacho, TAKESHI SUDO, seria un incondicional de las clases del maestro. Actualmente ostenta la jefatura de la escuela con el nombre de ITTOSAI YISHITAKE SUDO.
En la enseñanza de la escuela se combina el JIU-JIUTSU con el manejo de KATANA, IAl-DO. A esta parte, el maestro YAMAMOTO la llamó MUGEN RYU.
El maestro SUDO viajó a España en el año 1977, para perfeccionar sus conocimientos de español, donde le conoció, por razones que no vienen al caso, el que estas letras escribe. A su regreso a Japón, recibió la sucesión de la jefatura de la escuela con el número 37. Actualmente imparte clases en la ciudad de SAPPORO, capital de HOKKAIDO. La responsabilidad del futuro de la tradición marcial de DAITO RYU, gravita actualmente sobre los fornidos hombros del maestro SUDO.
Los conceptos básicos de la técnica de JIU-JIUTSU, son conocidos por todos. Esencialmente es un arte de defensa, que utiliza la energía del adversario y el desequilibrio para anularle, para vencerle. Los grupos técnicos son muy variados: luxaciones, estrangulaciones, golpes y proyecciones.
Al contrario que tantos sistemas de defensa personal en nuestros días, la influencia en DAITO RYU de otras escuelas o artes es nulo. Sus conceptos se han venido transmitiendo por enseñanza directa a través de generaciones. El secreto del aprendizaje es la práctica, la práctica continua y meticulosa del detalle, que es lo que hace la superioridad técnica de unos practicantes sobre otros, de unas escuelas sobre otras. La armonización de los movimientos con la respiración es fundamental.
No hay que olvidar, que los conocimientos marciales que nos han llegado, fueron sobradamente experimentados a través de los siglos, en las continuas lides de los SAMURAI. Ellos desarrollaban sus técnicas en secreto, perfeccionándolas a través del tiempo. La efectividad de tales técnicas está fuera de toda duda lógica.
Pero esta riqueza que nos ha legado el BUDO, sigue en fase de descomposición por las razones más arriba mencionadas; ello hace de un valor inestimable a las escuelas que mantienen con tenacidad admirable el sentido original de las mismas, sin dejarse arrastrar a la simple estética o a la deportivización que los tiempos modernos parecen exigir.
Este texto fue publicado por el Maestro Don Amadeo Valladares Álvarez en Noviembre de 1992 en la revista ZANSHIN.
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