Por UFC
May 8, 2007, 13:32
“La venganza”, como creía el escritor francés del siglo XVIII Pierre Choderlos de Laclos, “es un plato que se sirve frío”. Lo que quiso decir el autor de Les Liaisons Dangereuses (Las relaciones peligrosas) es que la venganza debe saborearse durante la conspiración y sólo llevarse a cabo cuando se ha tenido mucho tiempo para pensar en su ejecución. Y esto nos lleva a la ‘relación peligrosa’ en cuestión: El campeón de pesos semipesados del UFC, Chuck Liddell, ha esperado casi cuatro años para vengar la derrota en el segundo asalto por knock-out técnico contra Quinton ‘Rampage’ Jackson. Ahora, el 26 de mayo en el UFC 71 en Las Vegas, Iceman (El hombre de hielo) intentará revertir la única derrota sin vengar en su récord de artes marciales mixtas de 20-3.
“Todas las peleas son importantes, pero ésta tiene un poco más de importancia porque es contra el último hombre con el que perdí”, dijo Liddell recientemente en una entrevista por televisión. “Quiero vengar todas mis derrotas; me vengué de las otras dos (contra Jeremy Horn y Randy Couture) y vengo pidiendo esta pelea contra Rampage (Arrasador) desde hace años”.
También es uno de los combates más importantes que se pueden hacer en artes marciales mixtas, y que se hizo posible repentinamente cuando Jackson firmó con el UFC hace seis meses.
“En mi registro ésta es la última derrota de la que nunca tuve revancha”, agregó Liddell. “Esa es mi mayor motivación. Quiero demostrarle al mundo que puedo derrotarlo. Quiero eliminar, borrar, esa derrota. Tuve un mal día en la oficina la última vez. Esta vez puedo noquearlo en el primer asalto, según lo que él quiera hacer”.
La primera lucha entre Liddell y el experto en golpes y slam (azotes de cuerpo) se realizó en noviembre de 2003 en el espectáculo Final Conflict de PRIDE en Tokio, Japón.
Fue un enfrentamiento poco común entre UFC y PRIDE, una auténtica pelea de artes marciales mixtas, y a Liddell le regalaron su derrota más dolorosa. ‘Dolorosa’ físicamente, a pesar de que Liddell es conocido por su comportamiento frío, y también ‘dolorosa’ emocionalmente ya que el rey del UFC ha tenido que oír burlas del tipo “Sí, pero ese sujeto de PRIDE lo derrotó” a pesar de los increíbles logros que consiguió en el UFC durante los últimos tres años.
Sin duda fue una derrota muy mala para Liddell. Con problemas por una herida grave en una pierna que le ocultó a su equipo de entrenamiento, a Liddell le faltó movilidad y no tuvo la habilidad de depositar toda su fuerza en sus ataques característicos. Jackson, un adversario que no necesita ninguna ventaja adicional, se llevó lo mejor del combate y, a pesar de que Liddell se defendió, Rampage lo sacudió varias veces antes de empujarlo contra la lona y golpearlo intensamente mientras estaba en el piso.
El entrenador de Liddell, John Hackleman, sabía que el Iceman que tenía adelante no era ni parecido al Iceman que mandaba siempre a luchar y tiró la toalla en el segundo asalto.
“Chuck no habló demasiado sobre su herida en esa pelea y yo no sabía nada de lo que estaba pasando. Me enteré después pero en la esquina me di cuenta de que Chuck no estaba bien”, dijo Hackleman.
El ex boxeador profesional que se convirtió en el entrenador de quizás el mejor golpeador de la historia de las artes marciales mixtas continuó: “Sé que Chuck dijo que esta pelea es un poco más importante para él porque quiere revancha pero, francamente, a mí no me dijo nada sobre eso. Mi trabajo es entrenarlo arduamente y su trabajo es entrenar arduamente... y eso es lo que hacemos para todas las peleas”.
“Rampage no recibe ningún trato especial ni hacemos por él entrenamiento adicional por haberle ganado a Chuck una vez. A este nivel, con el título mundial del UFC de por medio, cada lucha es la más importante de tu vida. Chuck y Rampage se agradan, hay mucho respeto entre ellos, y estamos trabajando muchísimo en el entrenamiento por lo que aporta Rampage a la pelea como luchador”.
Hay una serie de ideas dando vueltas que dicen que Rampage no es el mismo luchador que era en la época del primer encuentro con Iceman.
Sin embargo, mientras que algunos se convencen de que las derrotas posteriores a Liddell de Jackson contra Wanderlei Silva (dos veces) y Mauricio ‘Shogun’ Rua significan que el dominio de Jackson de 205 libras está acabado, Hackleman insiste en lo contrario.
“Jackson es uno de los mejores de la división del mundo”, dijo. “Esas derrotas que se mencionan fueron contra otros tipos que están entre los cinco mejores del mundo. Aunque algunas personas no se asombraron, yo creo que Rampage se lució bien contra Marvin Eastman (en UFC 67). Marvin es un tipo muy, muy fuerte y esa victoria me demostró que, a menos que seas uno de los mejores cinco luchadores del mundo, Jackson te derrotará”.
El entrenador también se niega a leer cualquier cosa que diga que Jackson, al firmar con el UFC, pidió “dos o tres” peleas antes de meterse en el Octágono con Liddell.
Hackleman añadió: “No creo que eso signifique nada más que Quinton es un hombre de negocios y que quería algunas peleas (en el UFC) para contribuir a que el combate contra Chuck llegue adonde está, a ser la mayor pelea de todos los tiempos. Sólo estaba haciendo negocios. No creo que Jackson tenga miedo de la revancha ni nada parecido. Sería estúpido pensar eso.
“Soy bastante directo. Si creo que un luchador (adversario) tiene un punto débil, lo digo. Si recuerdan bien, antes de la (segunda) pelea contra Tito dije que íbamos a ver lo mejor de Tito en años (y lo vimos), con una lucha de pie mucho más mejorada (que fue lo que sucedió), pero que Tito se iba a ver obligado a acercarse para intentar derribar a Chuck y que no iba a soportar su fuerza por mucho tiempo. Y todo eso pasó.
“Pero, ahora, creo que Chuck se enfrenta a un tipo, Quinton, que no tiene puntos débiles, o ninguno que yo pueda detectar, y eso que he mirado prácticamente todas sus peleas una y otra vez. No hay ningún área que se pueda señalar y decir ‘En eso Rampage es débil, porque lo cierto es que es excepcional en todo lo que hace’.
“Sin embargo, lo que sí creo es que no va a obtener lo mejor de Chuck estando de pie porque Chuck es más golpeador. Y no creo que Rampage lo derribe esta vez, porque Chuck está en forma y mejoró como luchador desde el año 2004”.
En diciembre pasado, durante la propaganda de la revancha de Liddell contra Tito Ortiz en el UFC 66, Hackleman insistió que Iceman estaba “dentro de la mente de Tito” porque fue a la pelea con una victoria anterior por knock-out sobre Ortiz.
¿Eso significa que Rampage está dentro de la mente de Liddell?
“No”.
¿Por qué? ¿Qué diferencia hay?
“Chuck es una clase de luchador completamente diferente, una clase de tipo totalmente diferente, a Tito”, dijo Hackleman. “Nadie se mete en su mente. ¿Horn se metió en la mente de Chuck? ¿Y Randy? No. Chuck ganó todas las revanchas como si las primeras peleas con esos luchadores nunca hubieran ocurrido”.
Y Liddell tiene la seguridad de un luchador que sabe que, ahora que no está lesionado, peleará con todas sus fuerzas esta vez.
El actual campeón mundial del UFC expresó: “No creo que en esta pelea tenga posibilidades de derribarme como lo hizo aquella vez. Me imagino que vamos a intercambiar mucho; será emocionante mientras dure, pero no creo que dure demasiado”.
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