Mensaje
por Pavel Saenz » 31 Ene 2003 22:19
Despues de leer los mensajes anteriores, a uno se le olvida que existe mucha gente entrenando de forma realista en éste mundo. Ya que no todos tienen tiempo para escribir (muy ocupados entrenando), lo haré yo, mi motivación es hacerlo para quienes quieren explorar el arte de combate, de una forma creativa, sin ataduras y por ende libre.
Por qué será, que cada vez que se quiere discutir métodos de entrenamiento, algunos evaden, hablando de historia, de lo bueno que es su estilo, del espíritu y filosofía que te entregan las “artes marciales” tradicionales. Esa debe ser la respuesta número uno cuando uno le pregunta a un “artista marcial” tradicional, por qué lo hace como lo hace, “porque es interno” “es espiritual y filosófico” “no es meramente trenzarse a golpes”. Sin entender que mientras más contacto, hay más conciencia,...si como esa frase de los Dog Brothers. La única persona, que se dio la molestia de describir su método fue marino y nadie más ¿por qué? Invito a hacerlo nuevamente.
Es el momento para hablar de eso, de los métodos que ocupamos y de por qué los métodos atléticos SIEMPRE serán mejor que los tradicionales. En TODO sentido. Mejor en caso de una confrontación en la calle, mejor para una competencia y mejor internamente ya que es más sano y es real. Y eso es por el simple hecho de que se asemeja más a una pelea, con un oponente que no se deja morder, golpear, luxar, etc. Es lógico, lo veo todos los días con mis niños alumnos, que no tienen ese aire de vencer, vencer, vencer. Sino que están relajados en momentos de presión, como esos superatletas dominando técnicas. Al contrario de como los que he visto en torneos tradicionales al punto, donde uno ve a un niño asustado de golpear y ser golpeado, donde imita un estilo, donde se amolda a una forma antinatural y presionado a ganar. Si mi niño se tiene que defender algún día, lo hará con los puños posicionados arriba y no en la cintura. Y podrá correr si es necesario, ya que tiene un buen acondicionamiento físico, después de horas rodando, boxeando, pateando, con sus compañeros. No podría estar tranquilo conmigo mismo si se diera cuenta, de la forma brutal, que lo que se le ha enseñado, no funciona de verdad.
Por eso la pregunta de Kopiller con respecto a con quién entrené yo, es equivocada en nuestro gimnasio. Lo importante no soy yo, sino que el alumno/a aprenda a pelear, de una manera funcional. No nos importa el certificado, la asociación, el ritual. Los cuales no te salvarán la vida, en todo sentido. El sentir la necesidad de asociarse con algo, demuestra una falta de confianza, es un escudo a pararse en tus propios pies. No me crean a mi, obsérvenlo en si mismos y en los demás.
Kopiller, si quieres corregirme, hazlo mostrándome tú forma. El aprendizaje atlético a pesar de ser rápido en comparación con el tradicional, es progresivo y viviente, lo cual va dando seguridad en ti mismo. Y no hay espacio para el ego, porque hay días en que eres sometido, hay días en que sometes, hay días en que tu das el golpe noqueador y otros días en que tu lo recibes. La analogía de la flecha y el pájaro es correcta, pero ¿la utilizas al enseñar? O sea combatiendo en todas las distancias, con un oponente que se resiste a tus intenciones, que se mueve como la haría el pájaro. La analogía de la flecha y la diana es incorrecta. ¿Por qué habría de apuntar a un blanco estático, si lo que quiero es impactar un blanco móvil? ¿Crees que el makiwara ayudará tu zuki después de 10 minutos? Si aprendo a nadar en una piscina podré nadar en el mar, pero si trato de nadar en la arena nunca lo lograré. La analogía de la escritura también es incorrecta porque el papel no es viviente como un oponente. El aprender un idioma igual, es mecánico, el aprender este arte no es mecánico. Asi que si vamos a utilizar analogías por favor, esforcémonos un poco más por que se transfieran de una forma real al combate. O sea en donde exista relación viviente entre dos cosas o seres.
Ahora me voy al agua...
Pavel “elbañistamásbuenmozo” Saenz
“¡Cuidado mujeres del pacífico!”