Todos los problemas que se comentan en el artículo, y muchos otros, son en realidad un solo problema: no llamar a las cosas por su nombre.
Más concretamente, reconocer que la práctica defensiva no es igual a la práctica deportiva. Cuando digo reconocer quiero decir entenderlo (que no todo el mundo lo tiene claro), aceptarlo y ser consecuente con ello en la práctica propia y explicarlo bien a los demás. Y cuando digo que no es igual quiero decir que las dinámicas de movimiento de ambos objetivos son distintas y no compatibles: si practicas para uno no estás practicando para el otro. Punto A.
Un problema secundario pero importante es que la práctica defensiva no es medible y los casos en que es evaluable son pocos, dado que la sociedad en la que vivimos es eminentemente pacífica. Punto B.
Siguiendo este enfoque:
- El ego de los Maestros: en general creo no es un problema de ego, es un problema de dinero (o poder). Hay gente que, llegado un momento, lo único que tiene para que los alumnos se le queden es venderse como que son mejores, sin explicación ni justificación alguna (porque no la hay, ver punto B).
- Los objetivos de las organizaciones: necesarias seguramente para la práctica deportiva, pero un lastre para la práctica defensiva. Si se supieran diferenciar claramente ambos aspectos, punto A, no haría falta que todo practicante estuviera federado, y se evitarian los conflictos entre la práctica defensiva y las asociaciones, que tienen objetivos claramente contradictorios.
- El deporte y la competición: ídem que el argumento de las organizaciones
- La intransigencia de los "tradicionalistas": la única razón para justificar la negación al cambio es que el objetivo de la práctica se la transmisión inmodificada la tradición. Si se explica así, no hay ningún problema en no querer cambiar ni una coma. Pero como no suele ser éste el objetivo, ver punto A y un punto B.
- El misticismo y la e*******: punto B a la enésima potencia.
Hala, ya he arreglado el mundo
--raas-- escribió:Las artes marciales hoy por hoy (y seguramente desde hace mucho) son actividades muy frikis

Ehh, no sé, hay de todo. Yo empecé haciendo taekwondo hace 20 años, y hoy en día tengo amigos de entonces que siguen exactamente igual que cuando yo lo dejé hace más de una década. Es inútil intentar explicarles que están estancados y perdiendo el tiempo, cuando podrían estar aprendiendo un montón de cosas chulas que hay por ahí. Pero me dicen que bueno, que ellos van, hacen lo suyo sin que nadie les toque las narices y luego se van a casa. No lograré entenderlo nunca, pero para gustos colores, supongo.
--raas-- escribió:El problema es que los frikis somos insaciables y de temperamento exigente e inconformista

En esto te doy toda la razón
