SYSTEMA: EL ARTE MARCIAL RUSO

Por Juan Pedro Serna
http://www.systemaspain.com


Systema Ruso 1

Tras la Revolución de 1917 los comunistas enterraron la mayor parte de las tradiciones del pueblo ruso, prohibiendo su práctica bajo pena de severos castigos. El ancestral Arte Marcial Ruso, que durante generaciones sirvió con eficacia para defenderse frente a invasores provenientes de todas las latitudes, fue condenado al olvido. Pero los gobernantes comunistas pronto comprendieron que podían aprovechar esos conocimientos marciales para beneficio de sus militares.

Este estilo tradicional de lucha fue restringido para su uso en algunas unidades de élite de las Fuerzas Especiales del ejército soviético. Le fueron añadidas tácticas defensivas, una nueva filosofía y técnicas de supervivencia. De esta manera, lo tradicional fue actualizado para cumplir con los requerimientos de las modernas operaciones militares.

A pesar de la prohibición gubernamental, el antiguo Arte Marcial Ruso seguía siendo practicado en secreto por una pequeña porción del pueblo, convirtiéndose en un conocimiento que pasaba de padres a hijos dentro de las familias. Como sustituto se suplió a las masas con un método de combate que llamaron “Sambo”.

El camino recorrido por el antiguo Arte Marcial Ruso ha conducido a lo que en la actualidad se denomina “Systema”.

Para entender las bases del entrenamiento del “Systema” hay que tener presente que era un arte practicado por el pueblo llano. Muchos de los guerreros rusos no eran soldados de profesión. El pueblo no podía permitirse el lujo de mantener ejércitos profesionales. Cuando las batallas finalizaban, los combatientes regresaban a sus quehaceres. Las artes marciales en Rusia formaban parte de la vida cotidiana. No estaban diseñadas para la élite. Los rusos necesitaban que el entrenamiento de sus guerreros no afectara a las labores diarias. Por ello, el “Systema” incluye multitud de juegos y ejercicios que antiguamente se practicaban de manera regular, celebrándose eventos periódicos a los que acudían grupos para competir entre ellos. Los periodos vacacionales también eran dedicados en parte a este tipo de actividades.

Systema Ruso 2

Quiénes desconocen el tipo de entrenamiento que caracteriza al “Systema” confunden a menudo con técnicas de combate estos juegos y ejercicios encaminados al desarrollo de habilidades. En relación con las “técnicas” hay que matizar que una de las características del “Systema” es precisamente la ausencia de las mismas. A diferencia de otras artes marciales, los movimientos son intuitivos, no son predeterminados. No es un método de trabajo orientado hacia la búsqueda de respuestas preconcebidas frente a acciones determinadas. En “Systema” en lugar de entrenar técnicas, se asimilan conceptos. Incluso la denominación de “instructor” es parcialmente inadecuada, siendo más apropiada la de “guía”. Un “guía” que ayuda a la persona a superar sus propias limitaciones, y a conocerse mejor ella misma.

El “Systema” se basa en cuatro pilares: respiración, relajación, movimiento y momentum. La respiración lleva a la relajación, la relajación a la libertad de movimientos, y esta libertad de movimientos al “momentum”, es decir, a la ejecución en el momento preciso del movimiento oportuno. Se hace especial énfasis en la respiración, la continuidad y economía de movimientos, y la impredictibilidad de los mismos. El resultado es una forma de combatir extremadamente versátil y eficaz en todo tipo de situaciones y escenarios.

Los movimientos del “Systema” son fluidos y continuos. Durante el combate el cuerpo siempre está relajado, y se procura evitar al máximo la tensión en el mismo. El trabajo de base se lleva a cabo con una velocidad de ejecución lenta, que se incrementa conforme el practicante va adquiriendo habilidad.

El entrenamiento se puede agrupar en tres áreas principales: combate cuerpo a cuerpo, lucha en suelo, y armas. En cada uno de estos grupos, se abordan los principios de las confrontaciones frente a un único adversario, o frente a varios, tanto armados como desarmados, y en todo tipo de escenarios y posiciones. En cuanto a las armas, se incide tanto en el aspecto defensivo –desarme y neutralización del oponente-, como en el aspecto ofensivo –uso activo del arma-. El entrenamiento con armas engloba tanto armas blancas como armas de fuego. Los objetos cotidianos también son tenidos en cuenta para su utilización como armas potenciales.

Pero quizás los puntos más importantes a destacar son el desarrollo de la capacidad de percepción, y de autocontrol del miedo y del ego.

Existe una sutil diferencia entre analizar y percibir. Mientras que el análisis pertenece al campo de lo racional, la percepción se relaciona más con la intuición. En “Systema” todo se basa en percibir. Se reacciona en base a lo que se percibe. El entrenamiento incorpora multitud de ejercicios dirigidos a desarrollar esta capacidad.

El miedo es una reacción natural del cuerpo humano, pero la persona debe ser capaz de controlarlo. Mediante ejercicios que provocan en la persona auténtico miedo, temor y ansiedad, se enseña a dominar y superar estas reacciones. Por ejemplo, el entrenamiento en el agua es empleado para alcanzar ese objetivo.

La otra constante en el “Systema” es el control del ego. El ego es el mayor enemigo del hombre. Cuando un arte marcial no es consciente de la presencia del ego, genera individuos orgullosos, violentos y crueles. Puede sorprender que un método de combate con tan evidente orientación militar como es el “Systema”, incida tanto en la importancia del desarrollo espiritual de la persona, pero recordemos sus orígenes en los monasterios ortodoxos.

Las raíces de su filosofía se hallan en la tradición cristiana ortodoxa rusa. Mientras que muchas artes marciales orientales encuentran la expresión de su base filosófica en libros budistas o de corte zen, el “Systema” ha preservado la suya en las obras de los pensadores y religiosos ortodoxos.

El “Systema” actual es heredero de ancestrales tradiciones guerreras, de las técnicas de combate de las Fuerzas Especiales rusas, y del pensamiento cristiano ortodoxo. La difusión de este conocimiento es fruto de la labor que están llevando a cabo especialmente Mikhail Ryabko y Vladimir Vasiliev, ambos ex-miembros de unidades Spetsnaz.