-Te lo he dicho muchas veces esto no consiste en meter más y más peso para satisfacer tu ego. Oh, no me mires así, sabes de qué te hablo y cómo se hacen las cosas bien, son ya muchos años, ¿Cuántos? ¿veinte? Algunos culturistas ya son campeones con la mitad de tiempo, ¿piensas que eso se debe solo a los anabolizantes? No, sabes que no, han pasado muchas tardes tumbados en el press de banca bajo esos azulones fluorescentes, mientras otros pasan la tarde viendo la tele y zampando donuts.
-Ya, no me riñas, trabajo duro. Siempre se puede hacer más, pero no quiero lesionarme. Además, todos tenemos un mal día. Mira, ya se me han quedado pequeñas la mitad de las máquinas de este gimnasio. En algunos ejercicios utilizo las mancuernas más grandes.
-¿Hablas en serio? De lo que yo estoy hablando es de actitud. De entrar en este gimnasio pensando que hoy va a ser tu mejor entrenamiento. Y así a diario.
-Eso que pides es muy duro, en ningún deporte ocurre. En todos ellos existen jornadas donde se da prioridad a lo físico alternadas con otras tácticas, de estrategia, de
-Hey, hey, hey.. Para un momento. Tú sabes muy bien que este no es "cualquier deporte". Que aquí cada día de entrenamiento es una competición. Que esa última serie de curl que has dejado a medias
-¡Eh, a medias?
- sí, todavía podías haber hecho un par de repeticiones más con esos esmirriados 22 kg en cada mano.
-¡No sin utilizar todo el cuerpo! Llevo media hora haciendo bíceps, los tengo ya muy cargados, la camiseta me aprieta el brazo.
-¿Qué pasa, que aún no sabes hacer bien las trampas? ¿eres de esos que no saben exprimir una serie solo por no descomponer el gesto de señorito? No te estoy pidiendo que grites ni que hagas aspavientos en cada ejercicio. Solo te hablo de actitud. No me sirven todos esos principios pseudocientíficos de algunos gurús norteamericanos que piensan que por haber entrenado al Roble ya lo saben todo. A mi no me la dan, yo se que más de la mitad del camino del progreso es ACTITUD. Yo no vengo al gimnasio para hacer amigos, y tener los tengo; ni para liberar tensiones del trabajo, que liberar las libero. ¿Has visto entrenar a Dorian? ¿Y a Coleman? La última vez que le vi en "la Fitness" tenía tantos bultos en el cuerpo que se juntaban unos con otros, fue a apretar mi mano y no pudo doblar el codo más de 90º.
-Pero sabes que el culturismo de competición está adulterado por infinidad de sustancias.
-Ves lo que digo, tú no eres culturista de competición. Pero que ellos hayan hecho o no algún ciclo no les resta mérito a la actitud y los progresos en su entrenamiento.
-Esa gente vive de esto, yo tengo dos trabajos y una hipoteca que pagar. Esta semana he venido 5 días y he ido a correr dos.
-Vale, vale, pensemos positivamente. Veamos, ¿Cuánto hace que no progresas?
-Umm. Básicamente he cogido peso, pero no muy seco. Estoy un poco tapado.
-Bueno, eso no me preocupa, tiene solución. Hay que volver a lo de antes, a como comías, mucho más limpio. Has escrito decenas de artículos, varios libros y ¿no sabes lo que hay que comer? ¿cómo entrenar? Los dos sabemos que sí, la gente te pregunta, lee lo que escribes. Una buena idea sería tener una pareja, ya sabes, como Arnold y Columbu. Cada vez que cambiaban algo de la rutina la noticia corría como la pólvora por el mundo de los hierros. ¡Oh, lo que hubiese dado por entrenar en esa época!
-Ahora sabemos más que ellos. Algunas cosas las hacían mal, se exponían a lesiones graves. Tuvieron suerte, la genética les protegió y espoleó hacia el éxito.
-Sí, en eso estamos de acuerdo. Pero hay dos tipos de personas que vienen al gimnasio, las que mueven el peso y las que se comen al peso. Mira esa mancuerna, ahí, tranquila, segura de sí misma con su opulento juego de discos. Parece inerte, pero te está llamando, es más, te está desafiando.
-Estás loco.
-De eso nada. Ya no hay nada más en este gimnasio, es un pequeño gran duelo. ¿Quién va a vencer? ¿Crees que alguien te mira? Todos están a lo suyo. Sí, es cierto que ese chaval principiante te mira de reojo, entre la admiración y la expectación. Pero no has venido aquí para impresionarle (aunque esos consejos que le has dado hace unos minutos sin duda le serán de gran utilidad). Tú has conocido a más de uno que mueve esa carga como quien come aceitunas. Debes abstraerte, concentrarte. Un mal gesto puede lesionarte, es mucho peso. He visto lo que hacías en esa barra, es un buen puñado de dominadas, pero has hecho mejores registros. ¿Piensas que estás más fuerte que hace años? Yo te he visto hacer series de 27 dominadas seguidas y ahora hay días que no pasas de las 20.
-Claro que estoy más fuerte, pero ahora peso 15 kg más que cuando hacía tantas, pero mi técnica sigue siendo estricta, depurada.
-Sin duda, estamos de acuerdo en lo del peso. O más bien diría sobrepeso. ¿Crees que esa pizza del domingo es propia de un chico como tú? ¿Eso es comer sano?
-Era domingo. Me cuido seis días a la semana y dejo uno para satisfacer algún capricho. No puedo subsistir eternamente con arroz, pollo y huevo. Cuando voy a una granja las gallinas ya me miran mal, voy a acabar con la especie. Ya se, todavía no se ha inventado un alimento mejor que ese maldito huevo cocido, seco. Hay temporadas en que me tomo varias claras al día y
-Lou Ferrigno tomaba tortillas de una docena, y empezó con 14 años, como tú
-Lo se, lo se. Pero cada uno debe acomodar su dieta también a su peso, ¿no? Además, yo soy más de la filosofía de Frank Zane, o incluso que Delmonteque que también empezó a esa edad. ¿Sabes lo que dice él? Que 100 años es una buena edad para mantenerse en forma, y que nunca se ha puesto enfermo. Y ahora déjame. He de volver a la soledad de mi serie. Sin duda esas mancuernas me están llamando. No he venido al gimnasio a charlar
Vaya. Ya estoy de nuevo hablando conmigo mismo frente al espejo. Los demás pensarán que además de loco soy un vanidoso de tanto mirarme. ¿Tendré doble personalidad? ¿Una culturista y otra racional?