Antonio Leyva escribió:Por cierto, ¿podrías escanear ese artículo?, gracias.
Hola.
No tengo scanner, pero acabo de tipear el artículo y lo pego a continuación:
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Del Kung Fu al Tai Chi Chuan
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En esta nota intentaré contar cómo fue mi paso de un arte marcial chino externo a uno interno. Una sutil línea "separa" estos dos mundos diferentes que por fuera parecen similares pero que por dentro tienen un universo de diferencias.
Mi historia
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Comencé a practicar Kung Fu en el año 1983 y desde aquel entonces me he dedicado ininterrumpidamente a las artes marciales chinas.
Incursioné en estilos como el de Mantis, Mono, Ti Tang Men, Serpiente, Shaolin Tradicional e inclusive Borracho.
Con el tiempo tuve la suerte de poder conocer artes como el Chinna (arte de las palancas) y Suia Chiao (lucha china).
En el '92 como complemento de mis estudios en medicina tradicional china, empecé a hacer Tai Chi Chuan. Fundamentalmente para que la gente mayor "pudiera hacer algo con el cuerpo". Y aunque ya me había dado cuenta de que el Tai Chi Chuan era un refinamiento del Kung Fu, no había podido experimentar lo que eso significaba.
En mis últimos tiempos de práctica en Kung Fu, estuve dedicándome a la práctica de la espada y al combate con contacto a mano vacía y con palo, tratando de aplicar en un combate más real lo que había aprendido durante tantos años.
Mi descubrimiento
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Un día mi escuela empezó a participar en las clases de instructores de la Asociación Argentina de Tai Chi Chuan, a la que pertenecía. Y por suerte algunas cosas se empezaron a desmoronar.
Lo primero que noté es que no estaba bien parado como creía. Nunca me había pasado en mi práctica de Kung Fu (que tiende a compensar más con los desplazamientos desde el principio de la práctica). A pie fijo, mi gran base se transformaba en nada. Es difícil de entender esto leyéndolo, hay que vivirlo para notar la falta de enraizamiento y el concepto de verticalidad del Tai Chi. Cuando más clases pasaban, en más áreas de mi formación iba encontrando que marcialmente no funcionaban (y eso que nunca mehabía dedicado al Wushu moderno).
Empecé a fascinarme por lo que estaba aprendiendo, sin pensar ni siquiera en lo que eso significaba. Con el tiempo conocí al Presidente del a Asociación Argentina de Tai Chi Chuan, Sifu Fernando Chedel, y experimenté en carne y hueso lo que era el Tai Chi.
Eso que tantas veces había leído en los libros sobre maestros, ahora podía sentirlo en "vivo y en directo". Por fin estaba empezando a comprender lo que eran las artes marciales internas chinas. Lo que a comparación del Shaolin Tradicional era una técnica de Kung Fu "blanda", descubrí era "dura" a comparación del Tai Chi. Más exactamente, rígida y débil.
Descubrí lo que era una técnica con chi, y me dí cuenta que ni toda mi fuerza muscular podía con el.
Un día intenté hacerle una palanca a Sifu Chedel. El resultado fue una sonrisa (un tanto piadosa) y varios años de chinna (arte de las palancas) que se desmoronaron. Entendí lo que era una palanca en un arte externo y una de uno interno. No podía aplicar la palanca y ni siquiera, hacerle algo de fuerza, nada. Ahí replantee toda mi técnica de chinna. Y empecé a construir de nuevo.
La desición - Sin saber
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Casi sin darme cuenta, estaba dejando de lado mi práctica de Kung Fu, y me dedicaba más y más a practicar Tai Chi. Obviamente estaba empezando todo de nuevo. Desde cero. Esto requiere humildad para corregir los errores objetivamente y mucho trabajo para adquirir los nuevos movimientos.
El trabajo con uno
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Como decía mi maestro Ma Tsun Kuan (maestro de mi maestro): los occidentales respiramos mal y tenemos una mente débil. Siguiendo esa sabia observación me dediqué a lo escencial. Todas las mañanas empecé a hacer diez o quince minutos de ejercicios respiratorios (chi kung) y a trabajar los principios uno por uno. Simultáneamente empecé a enfocarl a mente y dejé de hacer "mil cosas a la vez".
El trabajo con uno requier mucho sacrificio. Lo que al principio era practicar menos Kung Fu, casi sin darme cuenta se tornó una necesidad. Porque cada estilo tiene su propio esiritu (que trasciende la forma). Y no se pueden trabajar dos espíritus contrapuestos.
Dejé de practicar la decenar de formas de Kung Fu que regularmente practicaba, dejé de hacer el entrenamiento de combate con palo que tanto había trabajado, la forma de la espada, y el combate de contacto pleno. Todas cosas que hoy me gustan mucho y hago esporádicamente, pero que ocupan el tiempo y la energía que uno debe dedicar a practicar las nuevas bases.
Golpes ocultos
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Hace algunos meses venimos aprendiendo Tuei Shou con desplazamientos, pero en estas últimas semanas alternamos un poco con trabajo libre, sin ejercicios pautados. Tuve la oportunidad de hacerlo con el Sifu Chedel y viví y entendí lo que muchas veces había leído: "En las artes internas los golpes no se muestran, solo se ven una vez que entraron...".
Y eso fue lo que pasó. Estaba en guardia ("bien" armada) frente a mi maestro y al atacarlo de pronto...ehh!!! de dónde salió esa mano ?! (detenida a pocos centímetros de mi cara) Cómo vino ese golpe ?
Y aún peor, frente a un ataque mío, el meneaba la cabeza (diciéndome no), los dos congelados frente a frente y yo tratanto de analizar la situación, hasta que de pronto él hace evidente ese puño que me amenazaba y no había podido ver. Increíble, uno tiene que vivirlo para tomar la dimensión de lo que estoy diciendo. Así son las verdaderas artes internas.
A nivel internacional
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Aún soy un instructor que recién empieza, pero viendo filmaciones de torneos a nivel internacional en diferentes partes del mundo, veo que nuestro nivel es potencialmente muy bueno. En casi todas las artes marciales chinas la mayoría de los practicantes divorcia completamente lo que es el combate de lo que es la forma. En general en los torneos uno ve combates de lo que tendrían que ser artes marciales diferentes y no puede encontrar la diferencia.
Algunos años
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Miro atrás y veo que era mucho lo que no sabía, miro adelante al futuro y esaún más lo que queda. Y aunque han pasado algunos años de práctica siento que recién empiezo. Y aunque me da un gran placer la práctica y cada día descubro un aspecto más de este universo energético-marcial tengo claro lo que resta: trabajar, trabajar y trabajr.
Publicado en la revista Yudo Karate - Número 223 - 1988
(No se aclara quien es el autor del artículo)
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Saludos desde Argentina,
Tux
aparte de que los occidentales queremos ver resultados pronto no sabemos respirar. Llevo un poco mas de un anno practicando Chen Tai Chi. Podre decir que mi manera de defenderme y sobre todo golpear a cambiado mucho. 
