Dentro de la categoría III -es decir, películas made in Hong Kong que reciben dicha calificiación por su alto contenido en escenas violentas o eróticas-, guardo un recuerdo agrabable de Sex and Zen (1991), basada en una novela china del siglo XVII que relata las desventuras de un acaudalado noble llamado Sheng(Lawrence Ng Kai Wah, Mr. 3 Minutes, 2006), que después de contraer matrimonio con una exuberante dama (Amy Yip, Robotrix, 1991) y disfrutar del sexo en su expresión máxima, decide marchar en busca de nuevas conquistas, acompañado por su criado.


En su viaje se topa con un astuto ladrón, Kung Lun (Lo Lieh, Story Of The Gun, 1991), que le presentará a un comerciante de seda (Elvis Tsui, Royal Tramp, 2008), dotado de un miembro superlativo que le habilita para realizar auténticas perfomances sexuales.


Frustrado por la comparación, el noble opta por amputarse su minúsculo pene, por considerarlo insignificante apra acometer la empresa de ser el mejor amante de todos los tiempos. Pero en su intento lesiona a su criado, con lo cual va a parar a la clínica de un médico de métodos nada ortodoxos, Tin Chan (Kent Cheng, Crime Story, 1994), que le ofrece una operación para remediar su complejo: injertar el pene de un caballo.


Comienza así el principio de una vorágine de locura sexual donde todos los personajes de la historia acaban perdiendo la cabeza...
(continuará...)
Salu2,
Loup
