En la madrugada del martes, después de hacer zapping en los distintos canales, decidí darle un respiro a mi índice, deteniéndome en La Sexta para visionar Desafío a la muerte (Until Death, 2007), del inefable Jean-Claude Van Damme (Los mercenarios 2, The Expendables 2, 2012) -más que nada por la curiosidad de comprobar la presunta evolución del actor belga en la serie B-, pues de antemano sabía que se trataba de un drama policíaco en el cual Van Damme debía apelar a sus conocimientos interpretativos, adquiridos en sus veinte años de profesión como personaje principal de sus películas, estrenadas en cine y en DVD.
¡Cuánta ingenuidad la mía! Jean-Claude no pega ni con cola en estra co-producción entre Estados Unidos y Gran Bretaña. La historia del detective Anthony Stowe (Jean-Claude Van Damme), corrompido por un mafioso de Nueva Orleans, encarnado por el magnífico Stephen Rea (V de Vendetta, Vendetta, 2005), que además está enganchado al alcohol y a las drogas, circunstancia que le está acarreando la destrucción de su matrimonio, hubiera sido la excusa perfecta para que cualquier otro actor -incluso con menos experiencia que el ex-campeón belga de Ligh y Semi Contact- mostrara todo su potencial para dar vida a un ser profundamente deteriorado a todos los niveles, que lucha por mantener su imagen de agente de policía con expedientes inmaculado.
Van Damme no resulta convincente desde el principio, cuando se le muestra en su faceta de topo de la mafia, sino también más tarde, en su fase de recuperación del balazo que lo ha dejado en coma durante unos meses. En todo momento, Jean-Claude se interpreta a sí mismo... con los clichés que hemos visto en otras películas suyas, con mayor suerte en la taquilla, como Soldado universal (Universal Soldier, 1992), Timecop, policía en el tiempo (Time Cop, 1994) o J.C.V.D. (2008).
Saludos,
Loup
