Mensaje
por Korandou » 24 Nov 2010 21:41
Buscando referencias sobre Rodrigo, el sensei de Ninjutsu que imparte en el gimnasio AVANTI! de Madrid, me encuentro con éste foro, y con los comentarios tan sumamente desafortunados del forero yoshiro99. La verdad es que, a pesar del tiempo que llevo entrenando, nunca imaginé que existiesen éste tipo de habladurías en torno a foros que únicamente debieran servir para ayudarnos mutuamente. Da la casualidad de que llevo en el Koun Dojo de Raul sensei desde 1998 hasta la actualidad. Conocí perfectamente y de primera mano los hechos a los que se refiere yoshiro99, y tengo que decir que no se ajustan a la realidad en lo más mínimo. No tengo ningún ánimo de entrar en polémicas, pues conozco a Raúl desde hace ya bastante tiempo y lo que me puedan decir de él personas que le guarden rencor no valen nada al lado de 12 años ya de entrenamientos, cursillos y clases especiales, viajes de entrenamiento, y todo tipo de convivencias. Si me he animado a escribir éstas pocas líneas se debe a la tristeza que me produce ver cómo se aprovecha cualquier medio que se tiene al alcance de la mano para 'ajustar cuentas' de manera cobarde con las personas a las que tenemos inquina por las razones que sea, o sin ninguna razón en absoluto. Las personas maduras que tienen un problema con otras personas, solucionan sus diferencias con ellas en privado y cara a cara. De manera civilizada, a ser posible. No se ponen a hablar mierda de ésa persona por internet, ocultas tras un nik, con la esperanza de perjudicarles y perjudicar a posibles 'bujus' que, de no creer en sus mentiras, quizás hubiesen descubierto la Bujinkan y sus nueve tradiciones de la mano de un instructor que se cuenta entre los mejores de España, cosa que hasta el propio yoshiro99 viene a reconocer, si he entendido bien su delirante post. Creo que ya somos mayorcitos para decidir por nuestra cuenta con quién queremos entrenar. Creo que somos lo suficientemente maduros para separar lo marcial de lo personal e intentar arrimar todos el hombro, cada uno con el sensei que más le plazca, para intentar que las nueve tradiciones sigan vivas y saludables en nuestro país.