Lo más probable es que el intento de desarme acabe en una serie de tajos de diversa consideración y un final más bien incierto.Las situaciones para las que se suele entrenar (al menos las que siempre he hecho yo) son para las que alguien te AMENAZA frontalmente con un cuchillo, ejemplo, te sale un tio por la calle enseñandote una navaja y te dice "dame la cartera", en ese caso ves el cuchillo y lo tienes mas o menos controlado, a parte de que el tio seguramente este mas pendiente de si viene alguien o la policia, e incluso que este bajo de reflejos a causa de alguna substancia, en esos casos yo creo que alguien experimentado en AAMM podria perfectamente desarmarlo, quitarle todo el botin y dejarlo colgado de una farola con una tela de arañ....em no perdon esto ultimo no
Haz la siguiente prueba: coge un cuchillo de entrenamiento (madera o metal, es igual con tal de que la punta sea roma y carezca de filo), lo forras de papel de lija, se lo das a un compañero de entrenamiento y tratas de aplicar algún desarme (teniendo en cuenta que en esos momentos el estrés es cero, ya que sabes a ciencia cierta que tu vida no corre peligro alguno y el fingido atracador tampoco cuenta con el factor sorpresa). Auguro unas excelentes abrasiones a lo largo y ancho de tu anatomía. (*)
(*) Esta misma prueba podría hacerse con un sencillo rotulador, pero la experiencia me ha enseñado que mucha gente tiende a olvidar los rayajos de tinta en cuanto desaparecen tras el primer lavado, mientras que una abrasión que duele, sangra y puede durar semanas tiende a fijar mucho mejor la realidad en el sujeto.
Y todo ello ubicándonos en el más óptimo de los escenarios.
También puedes coger la cartera, lanzarla con todas tus fuerzas detrás del atracador y salir huyendo en dirección contraria. Entre un dinero fácil (agacharse y recoger una cartera del suelo) y una incómoda persecución de resultado incierto la cosa está bien clara (salvo que el otro lo que busque es sangre, en cuyo caso también habrás ganado unos valiosísimos segundos en forma de perplejidad y sorpresa).Y dices claro, pero en ese caso tambien puedes correr....pero yo siempre pienso que puede que yo vaya con alguien mas, no voy a ponerme a correr y a dejarlo alli tirado con el atracador.
Enfrentarse a un agresor armado con un cuchillo es una **MUY** mala idea. No existe un arma de manejo tan intuitivo ni tan peligrosa sin un entrenamiento previo. Ni siquiera cuando nosotros mismos vamos armados es recomendable buscar el enfrentamiento. La huida ha de ser la prioridad absoluta en todo momento.