Hace como un año tuve la oportunidad de compartir charlas y entreno durante un par de semanas, con un alumno de Geoff Thompson ; me resultó muy enriquecedor. Espero que los consejos de este Maestro, sensato y curtido, os resulten útiles. ¡Felices fiestas a todos!
Geoff Thompson. Auto Defensa Integral
Puñetazos (peleas), asaltos y aún muertes son realidades aterrorizantes en una sociedad que está hasta la cintura con los asaltos no deseados. Debido al incremento elevado de la cantidad de crímenes violentos en Gran Bretaña, las habilidades en autodefensa casi son un requisito necesario si usted quiere salir ileso cada vez que salga a la calle.
En una situación de ataque, todas las opciones son útiles, desde evitar una confrontación manteniendo su derecho, hasta sacudirle el polvo a alguien; las opciones son variadas y subjetivas pero cuando la adrenalina está corriendo y sus piernas tiemblan involuntariamente, la selección (como se dice) será totalmente suya.
Estoy seguro de que está cansado de ver todas esas llaves de muñeca y proyecciones que aparecen en casi todos los artículos y videos de autodefensa. Pero ellas solamente funcionan en las películas de Bruce Lee y en los cursos de autodefensa policiales, de manera que le evitaré la vergüenza de revisar fotos. Si no le molesta, me ceñiré entonces a lo que realmente funciona cuando la calle es su escenario, y no hay árbitros con silbatos ni campanas para parar un combate a puntos antes de que sea una debacle sangrienta. Mi premisa es básica pero empírica, y en algunos momentos ha probado que puede salvar vidas.
Mientras que algunas situaciones realmente comienzan en una respuesta física (en cuyo caso usted pelea como un demonio o recibe una paliza), muchas están precedidas por una suerte de ritual y diálogo introductorio; aún si este es el desagradable “¿estás mirando a mi novia?”. El arte real de autodefensa no es llevar el asunto a una conclusión confusa con un recto de derecha, sino es detectar el ritual de ataque en sus inicios de forma que se pueda evitar el encuentro físico.
Blanco difícil
Como una persona con un pasado variado y brutal, puedo decirle con sinceridad y enfáticamente, que la violencia no es la respuesta. Siguiendo esto, mi primer consejo es evitar la violencia por todos los medios posibles. Conviértase en un blanco difícil alejándose de los ambientes volátiles. James Coburn fue preciso cuando dijo: “evitar estúpidos y guapos, evitar los lugares donde los estúpidos y guapos se reúnen”. Pudo haber añadido, “no sea un estúpido ni un guapo”. Esto ayuda. Las consecuencias inevitables de encuentros tú a tú son raramente favorables para cualquiera de las partes, por eso primero se deben agotar todas las variables en la mesa de negociaciones antes de enviar las tropas.
La entrevista
El manejo de la pre-pelea es vital si quiere sobrevivir intacto a un altercado, el ganador casi siempre es el que controla los segundos antes de una pelea. Muchas situaciones comienzan en un rango conversacional y con algún tipo de diálogo. Si esto no es manejado, entonces la situación normalmente, y rápidamente, degenerará en una lucha y en una chatarra en el suelo. Gran cantidad de innovadores en defensa recomiendan el suelo como el lugar a estar cuando estalla una pelea. En las peleas uno contra uno, sobretodo en las artes marciales mixtas, esto probablemente sea cierto, pero fuera del ring, donde el terreno es menos predecible y el enemigo casi siempre tiene aliados, llevar la pelea a la calle es un suicidio. Esto lo deja abierto a ataques secundarios (a menudo fatales), especialmente si usted enfrenta más de un atacante.
La cerca
Si usted es aproximado y comienza el diálogo (lo que es conocido como la entrevista), tome una pequeña e inconsciente postura a 45º y ponga su cerca: coloque su mano principal en ese espacio tan importante entre usted y su antagonista, para mantener una brecha segura. La cerca le brinda un grado de control sin que el agresor lo sepa. Usada correctamente, sus manos bloquearán el camino (sin tocarlo) de las manos del atacante. Si se mueve hacia delante para golpear con la cabeza, patear o dar un puñetazo, esté preparado para empujarlo o atacar. Trate de no tocar al asaltante con su cerca a menos que no le quede otro remedio, ya que esto puede disparar la agresión y posiblemente un ataque físico.
Si quiere mantener su integridad, nunca deje que un atacante potencial lo toque, bajo ninguna circunstancia, aún si aparenta ser amistoso. Un peleador habilidoso fingirá amistad, aún hasta timidez, buscando una apertura para su ataque. Otro engaño común es que el atacante le brinda su mano para estrechar la suya, para golpearlo tan pronto como usted lo haga. Si usted cae en la trampa entonces será material de estudio para enfermeras, así que lo mejor es mantener una distancia segura hasta que la amenaza desaparezca.
Miedo
Espere estar asustado porque, sin importar su experiencia, lo estará. El miedo es el precursor natural a una confrontación. He entrevistado a muchos profesionales y todos me dicen la misma historia, en el punto de contacto prefieren estar en cualquier parte del mundo menos en ese lugar. Por eso no dude de usted si se siente muy asustado, porque entonces no está en sí mismo, todos hemos sentido miedo aún cuando algunos pretendemos negarlo. piernas temblorosas, voz inestable y sentimientos de cobardía son todos productos naturales de la liberación de adrenalina.
Disuasión verbal
Si usted se encuentra con un cavernícola y este comienza a gruñir, trate de aliviar la situación hablando. En realidad la batalla será con su propio ego, porque este será también su antagonista. No sienta miedo en admitir que no quiere problemas y salir corriendo. Mejor seguir el consejo del Judo y apartarse con confianza que terminar en un asunto que puede cambiar el curso de su vida para peor.
Posturas
Si la conversación falla para lograr lo que quiere (y si usted piensa que puede funcionar) entonces puede tratar con posturas. He logrado que funcionen para mí como un portero novato de 11 piedras (1 piedra = 14 libras, 154 libras) por lo que no tiene que ser pesado para que funcionen en usted. Las posturas son como hacer de mamut para tratar de intimidar a su antagonista. Cree un espacio entre usted y su agresor empujándolo duro en el pecho . Una vez que estén a distancia segura empiece a gritar, escupir, manotear, abrir los ojos y hablar en monosílabos. Esto dispara la respuesta de alejarse y a menudo asusta al oponente. En el mismo instante en que este retroceda, salga corriendo.
Si todo lo anterior (escape, disuasión, posturas) fallan y usted tiene el presentimiento seguro de que será atacado, le quedan dos opciones: golpear o ser golpeado. Como un asesor en autodefensa, my deber no es decirle cuál debe escoger, solamente ofrecerle las opciones y permitir que sea usted quien decida.
El golpe preventivo
Si su selección es la respuesta física, mi consejo es ser preventivo y golpear primero –muy duro- preferiblemente en la mandíbula (porque está directamente unida al cerebro). El concepto de defensa en el punto de contacto no solamente es falso sino también peligroso y extremadamente ingenuo. Esperar a que alguien lo ataque es una locura estratégica porque los bloqueos NO FUNCIONAN! La teoría Kwai-Chang-Cain[1] de bloquear y contra atacar es aún más absurda, especialmente si se enfrenta a más de un oponente. No hay sutilezas cuando se enfrenta a más de un oponente, ellos no se alinearán y atacarán uno a uno sino que golpearán como un enjambre de abejas y la suerte es lo único que podrá salvarlo.
Si usted honestamente cree que lo atacarán sin lugar a dudas, entonces golpee primero. Después que haya dado el primer golpe, corra. Muchos gurúes de la defensa prefieren y enseñan dar un segundo golpe, para finalizar. Mi consejo es que no lo haga. Su primer golpe le garantiza el tiempo de escape necesario. Si usted se enfrenta a un atacante experimentado (y muchos tienen amplia experiencia en el arte de mutilar) y usted no lo noquea después del primer golpe, entonces las oportunidades son que este lo agarre y lo estampe contra el suelo.
La autodefensa trata de hacer lo mínimo que permita una situación para que usted continúe vivo. No se trata de defender su gran ego o el honor mancillado. Después de verme envuelto en múltiples encuentros reales, la única técnica efectiva que usé una y otra vez fue el golpe preventivo. Mi consejo es golpear lo más duro que pueda, usando sus puños (o cabeza). Estas son las armas naturales más disponibles y cercanas al blanco (la mandíbula del oponente) y brindan la ruta más directa y segura. En ese momento puede ser una gran ventaja el tener respaldo en algún arte de golpeo, preferiblemente boxeo. Muchos piensan que saben tirar un buen puñetazo. Desde mi experiencia –y sin la menor duda- pocos pueden bajo presión. Un buen modo de aprender es entrenando en algún club de boxeo con un compañero.
Si usted emplea el golpe preventivo esté seguro de conocer sus derechos legales o se verá en doble peligro cuando tenga que defenderlos contra su segundo enemigo: la Ley. Usted es quien dictamina la fuerza razonable, aunque después tendrá que defender su interpretación de “razonable” en una corte. Si usted está tan asustado con un atacante que tiene que golpearlo con cualquier cosa a mano, esa es fuerza razonable. Sin embargo, si usted tumba a alguien y después se ensaña en su cabeza con su conocimiento de kung fu, puede muy bien estar tentando su suerte. No puedo garantizarle que no terminará en la bahía, pero creo que es mejor ser juzgado por doce que cargado por seis[2].
Asaltantes armados
Olvídese de las películas donde el muchacho bueno –usando sus manos- le gana al psicópata con un cuchillo sin siquiera despeinarse, porque solamente ahí es donde puede pasar. Una vez me preguntaron en un seminario de autodefensa “¿qué haría contra un cuchillo?”
“Unas 50 millas por hora” fue mi respuesta
Me he enfrentado pocas veces a cuchillos y he sido pinchado en ocasiones y en cada una de ellas casi me muero del susto. Si su antagonista tiene un cuchillo, siga el consejo de Forrest Gump y corra como el viento. Aún con 30 años de entrenamiento en artes marciales, fue la suerte y no la habilidad la que me salvó.
Si usted se enfrenta a un cuchillo, el mejor escenario es aquel donde usted no muere. Si sacan un cuchillo y correr no es la mejor opción, entonces tírele al atacante cualquier cosa que no esté fija al piso y después corra. Si se pierde la distancia para lanzar, entonces la única otra opción es atacar por sorpresa con golpes a la cabeza del atacante hasta que este no pueda continuar.
La regla a tener en cuenta aquí es, los que prefieren pinchar no muestran la hoja, por regla, sino que atacan por sorpresa y la clavarán cuando usted no esté atento. Si le muestran el cuchillo es muy probable que estén alardeando. Siempre mire las manos de su atacante, si no puede ver las palmas, o una mano está escondida, tiene que asumir que hay un arma. Si el atacante tiene un arma y no responde a su disuasión verbal, entonces solamente hay dos opciones: darle lo que quiera (y rezar que no sea nada feo) o estar preparado para que lo corten en el intento.
Autodefensa y la Ley
Tan importante como puede ser la Ley, examinar las implicaciones legales de defenderse ante un ataque eventual, puede no ser aconsejable. Esto puede causar indecisión, lo cual casi siempre conlleva una derrota. Llamo a la Ley el segundo enemigo; no lo digo despectivamente, sino que, habiendo estado en el lado equivocado en algunas ocasiones considero apropiado resaltar los peligros inherentes al lidiar con lo que puede ser un engorroso sistema judicial, después del asalto.
Muchas personas son condenadas por lo que dicen en vez de por lo que hacen. Esto significa que usted puede defenderse legalmente y aún así ser condenado y enviado a prisión si usted no puede clamar su autodefensa (de manera correcta) cuando declara a la policía. Muchos de mis amigos han terminado presos porque no comprendían la ley. Paradójicamente, muchos criminales conocidos han evitado la prisión porque ellos (o sus abogados) sí conocían como funciona la Ley. Por eso, si usted busca la autodefensa, comprender esta área gris debe ser imperioso.
Post asalto; probablemente usted sufrirá lo que es conocido como Taquipsyquis (distorsión del tiempo que se percibe). Esto puede causar distorsión temporal, tiempo perdido, distorsión y pérdida de memoria. También puede sentir la necesidad urgente de hablar, aunque solamente sea para justificar sus acciones (Logorrea). Todo lo anterior afecta su capacidad de expresar una oración objetiva frente a la policía. Considerando estos factores, es muy difícil que usted haga una descripción precisa. Y después de seis meses cuando usted se vea citado a corte para defender su derecho de autodefensa, todo dependerá de lo que dijo. Así que esté seguro de que conoce bien sus derechos. Si no está seguro, entonces insista en esperar al otro día para dar declaraciones o solicite un abogado. Ese es su derecho.
Tampoco escriba o firme nada. Una celda puede ser un lugar muy solitario, sobretodo si no está acostumbrado, y la policía tiene fama de apurar y aún presionarlo para que declare lo antes posible. Esta presión puede ser sutil pero efectiva, lo dejan solo por largos períodos, le amenazan con ir a prisión, aún la rutina del policía bueno y malo. Muchos tipos duros se han desmoronado después de pocas horas en una celda. Bajo esas circunstancias es muy fácil decir cosas que realmente no quiere, para que lo acaben dejar irse a casa.
Si tiene que defenderse y usted daña a su asaltante, mi consejo es no quedarse dando vueltas por el lugar. Esto minimiza el riesgo de repercusiones legales y de otro tipo. Las víctimas de ataques (especialmente aquellas que se defienden exitosamente) a menudo se sienten compelidos a quedarse en la escena del crimen después del hecho. Hágase un favor y desvanézcase. Puede jugarse su vida o su libertad. Aún mejor es no estar en el lugar antes de que pase nada, así no tendrá que preocuparse durante muchos meses esperando la citación para el juicio y la posibilidad de sufrir una pérdida de la libertad, que puede ser severa.
Conclusión:
De la autodefensa se ha hablado demasiado. Existen un millón de libros sobre el “cómo” en este asunto y muchos expertos han aparecido del mundo marcial. Todos tienen buenas intenciones, pero un consejo bueno es muy raro y un mal consejo puede hacer que lo maten. Puedo ayudarlo a ahorrarse muchas lecturas y mucho dolor dándole mi sistema-aprendido-en-la-calle-y-probado-que-funciona para la defensa física. Solamente son cinco palabras (y una de ellas es una mala palabra): Aprenda a golpear condenadamente duro.
, lo que pueda ayudarte hazmelo saber 
