Por un lado pienso que gente que no puede vivir integrado en la sociedad (sociedad desde el punto de vista de la relacion entre sujetos, no desde el punto de vista politico), y que no lo hará nunca, deberia ser eliminada.
Hostia. No sé si te entiendo mal o que... ¿A toda la población recluida en instituciones mentales les vamos picando el billete? Un gran porcentaje, por no decir todos están recluídos precisamente por ser un peligro bien para ellos mismos bien para los que les rodean. Es por situarme. Que si, que todos les queremos cortar el cuello a Miguel Carcaño y a José Bretón, pero eso se hace, como en la noticia que nos ocupa, de estrangis en el patio de una cárcel, si aprobamos leyes para hacerlo legal trae asociadas otras cosas muy, muy peligrosas. Además, si considerásemos como individuo que no puede vivir integrado en la sociedad a,por ejemplo, uno de esos psicópatas que toman decisiones a sabiendas de que civiles serán bombardeados, o familias perderán su cobertura sanitaria, o miles de personas pasarán hambre, ¿alguno de ellos sería eliminado? Lo dudo. Sólo eliminaríamos a pobres diablos.
En un mundo utopico, con una sociedad sana (ahora si, desde el punto de vista politico y social), una propuesta asi no deberia traer problemas.
Pero vamos a situarnos en el mundo real y en la sociedad enferma en la que vivimos.
Esta gente encarcelada, bien entre barrotes o bien en una celda acolchada, directamente ya no pueden hacer daño a la sociedad, pero sigue vivo el problema de: “Manson es mi ídolo”, sacado de la noticia falsa, que aqui si que se ajusta a la realidad, pues tiene hasta club de fans:
http://www.charlesmansonfanclub.com/
¿Y ese problema se eliminaría si le das matarile al ídolo? Yo pienso que al contrario. Además, el reo tampoco tiene culpa de aquellos individuos, producto de la sociedad de consumo, que idolatran a asesinos. Charles Manson ha sido mitificado por la industria del entretenimiento, principalmente de la música, la literatura y el cine, convirtiéndolo en un símbolo de la contracultura norteamericana. ¿Esto de quien es culpa, de las discográficas que apoyan determinados grupos, de ciertos escritores y periodistas que relativizan de forma ambigua el legado de asesinos en serie, de los que dan cobertura publicitaria a estos productos o de los adolescentes que consumen dichos productos culturales? ¿O de nadie, y es todo libertad de expresión y circo cultural/mediático? Al final, o consideramos como único culpable al que de facto comete un crimen, o empezamos una caza de brujas que puede acabar, no sé, pasando por la silla eléctrica a los Judas Priest porque Richard Ramírez escuchaba sus cintas en su walkman mientras buscaba víctimas para sus asesinatos, o a Ozzy Osbourne porque una par de adolescentes se quitaron la vida tras escuchar su canción "suicide solution". Manson no es culpable de tener un club de fans, pero ya que lo tiene, si encima lo matas, puedes crear más problemas de los que solucionas.
Otro tema es que vivimos en un mundo en el que si el sistema quiere que seas eliminado "tienes un accidente" o "te asesina un loco" y aqui paz y despues gloria, no necesitan ninguna carta blanca para eliminar sistematicamente, ya la tienen.
Lo cual no quiere decir que encima les tengamos que dar más facilidades. Además lo que tú dices aplica con gente importante, un político/disidente/periodista/empresario... que moleste. Pero a nivel político piensa que bien le vendría al sistema, por ejemplo, la sociedad clama por la pena de muerte pongamos para el terrorismo. Nos escuchan y la aprueban. Se da a los que participan en escraches la condición de terroristas, se acabaron los escraches que te juegas la silla eléctrica. O se acabo salir a la calle con una pancarta que se te acusa de asociación ilícita, se te ficha por ello, otro día apoyas por twitter a, por ejemplo, Pablo Iglesias, se acusa a este de terrorista y a ti por lo tanto de colaborar con banda armada, vas palante. Son extremos chorras pero se me entiende. No sé, yo esto sólo lo veo un arma más para ellos. Nunca hubo un sistema totalitario sin pena de muerte.