Simplemente, Loup, estoy muy harto de ver la endogamia reinante en los estilos más conservadores y su poca adaptación al medio. Están bien como piezas de museo pero no sirven de mucho si no evolucionan en el aspecto didáctico, pedagógico, psico-energético y combativo. Y hablo solamente de algunas escuelas y estilos que he visto en China (y por aquí también) y me han defraudado un montón. Solo suelen coleccionar formas y veneración al guru de turno. Eso me repatea los hígados.
Es una de las grandes lacras del sistema educativo, a todos los niveles (universidades públicas y privadas, ciclos formativos de grado superior, escuelas de AA.MM., asociaciones deportivas, etc.), el alumno aventajado del Maestro de turno lleva consigo las fortalezas y debilidades de su centro de formación, sea tradicional o moderno.
En el caso del Wushu chuantong, los practicantes solemos caer en el error de elevar a la categoría de semidiós a nuestro Sifu, sin atrevernos a cuestionar sus enseñanzas.
¿Qué se le va a hacer? Es más fácil seguir al pastor y al rebaño que adentrarse en solitario en los páramos del conocimiento personal, donde prima el sentido común a la hora de investigar procedimientos que permitan evolucionar en los campos pedagógicos, terapéuticos y combativos.
Los humanos somos así de idiotas... Algunos, por supuesto, porque siempre hay la excepción que no confirma la regla.
Un saludo,
Loup