Mensaje
por Týr » 05 May 2004 14:35
Algunos de vosotros sentis algun sintoma o transformacion en vuestra personalidad tras llevar un tiempo corto (de cinco a diez años) aprendiendo?
En mi caso, son muchos más años de práctica a las espaldas, pero los síntomas son idénticos. Eso sí, en mucha medida son achacables a mi carácter innatamente belicoso, a mis experiencias callejeras y a mi cada vez más acuciante querencia por entrenar los sistemas de armas.
Una ligera paranoia al contacto en las aglomeraciones, un sentido del peligro aguzado, una irritabilidad ante los que tienen un espacio personal corto (tipico amigo miope o que se pega mucho), cada vez un genio mas explosivo, mas sentido del orgullo, del honor, la imaginacion se os salta al ver llegar a un tio chungo y pensar cual es su punto debil, pensais en el tiempo libre en las tecnicas, teneis sindrome de abstinencia los dias de fiesta?
Os sentais siempre donde podais ver todo sin nadie a la espalda?
¿Me estoy convirtiendo en un mastin?
Con la notable excepción del orgullo, corroboro lo dicho. Los años, los golpes asestados y recibidos y, en general, la experiencia adquirida tanto dentro como fuera del tatami, me han enseñado a que el Honor y los Principios son cuestiones fundamentales, dignas del mayor de los sacrificios si es preciso. El orgullo, en cambio, como feo vicio y peor pecado, solamente conduce a la ceguera, irracionalidad y estupidez en los actos.
Si acaso, el mayor cambio experimentado con los años de entrenamiento ha sido mi progresivo interés por los sistemas de arma blanca (los cuales también contemplan la mano vacía). Tal vez sea porque hoy día el concepto de "lucha honorable" se ha perdido y los "lobos" cazan en manada, sin respeto por las tradiciones y los valores de antaño. Y, el único medio de salir con bien de una situación realmente peliaguda donde varios agresores nos ataquen es, por desgracia, recurrir a las herramientas fabricadas por el hombre a fin de defenderse de manera más eficaz.
Una virgueria de "aparato" 
