Hola de nuevo Ceboludo!
Creo que se corre un riesgo muy grande alentando la violencia de las fuerzas de seguridad, tanto privadas como del estado, hay que evitar a toda costa que con la excusa de la seguridad pública las medidas de control sobre la población se hagan insufribles, policia con licencia para soltar collejones, radares tragaperras, cámaras de vigilancia.
Entiendo tu posición, pero en ningún momento creo que se esté alentando la violencia hasta el grado que pronosticas, ni muchísimo menos. Me da la sensación que el fatalismo que propones no es necesario, teniendo en cuenta que hay fuerzas cohercitivas mucho más sutiles que están operando desde hace tiempo. Pero eso sería entrar en conspiranóias y no quiero llamar al mal tiempo
Por otro lado tendrías que definir un poco en que situación ideal no serían necesarias medidas de control como los radares o las cámaras de vigilancia, ya que el panorama actual y las estadísticas de muertes en carretera relacionadas con alcohol o consumo de drogas ponen en evidencia la necesidad de un control riguroso para evitar perjuicios a propios y ajenos.
Es preferible que a ese chico se le retire el carné, se le meta enrollada una sanción administritativa y dos sotias, etc. etc a tener un sistema educativo en condiciones tanto para padres como para hijos, dónde se eduque en el consumo de alcohol responsable y en la conducción segura para evitar esas situaciones.
Esto son dos problemas diferentes. Uno esta centrado en la causa y el otro en los resultados. Ambos son necesarios y compatibles.
Buen sistema educativo, sí.
Buen puro a quien no respete las normas, también.
Tampoco sabemos como es ese chico, juzgarle por esa actitud es bastante irresponsable,
Quizás tengas razón. Pero yo no me pongo al volante pasado de drogas o alcohol.
Siguiendo este razonamiento lógico, yo al ser un irresponsable por no tener en cuenta este sutil detalle, inevitablemente convierte al susodicho en un grandísimo hijo de puta al poner en peligro la vida de los demas.
¿Nos gustaría que nos juzgasen por un momento malo de cinco minutos? ¿Es gracioso? No, ¿Es justificable llegar a ese estado? Tampoco¿Se puede sostener de algún modo la justificación de la violencia por parte del estado? Menos aún, porque mañana te la pueden soltar a ti por ir a 130, que es peligrosísimo, y a 150 en algunas carreteras es delito, y a 60 en otras, o por negarte a hacer un control de alcoholemia o solicitar una segunda prueba de mala manera, a este paso pronto todos seremos terroristas, y todos en algún momento mereceremos dos ostias que nos peinen pa´lante.
Entiendo tus buenas intenciones, pero estás callendo una vez más en la falacia.
Dudo mucho que se me trate de forma injustificada ya que cumplo con la normativa vigente, me guste esta o no.
En caso de que pese a ello me viera en tal tesitura, no puedo culpar al sistema general sino al individuo particular, y adoptar las medidas oportunas de las que disponga para solventar el problema.
Pero una cosa es la anécdota particular y otra muy diferente la institución general.
Cinco minutos malos que
ponen en peligro la vida de otras personas, excederse en el límite de velocidad, no acceder a un control que en definitiva redunda en beneficio propio, tener una mala actitud y mostrar una no cooperación expresa, todo ello son ejemplos que contradicen la normativa y moral general. No son casos particulares.
Cuando a mí me han dado dos hostias, independientemente de que me las mereciera o no, he reflexionado sobre el por qué me las han dado y he intentado no repetir tal situación en el futuro. Y haciendo un análisis en retrospectiva considero que han sido bien merecidas, por lo que he actuado en consecuencia. Y no han sido muchas las que me han caido de un tiempo a esta parte.
Acordaos del caso de los vigilantes del metro de Madrid y como agredían a viajeros indefensos... Y es que la autoridad en manos humanas tiene que estar muy muy bien regulada, porque los humanos cometemos fallos y es fácil que se nos vaya la mano, parte de la policía de Coslada, por ejemplo
Te invito a hacer un ejercicio sencillo. haz una matriz simple en la que por un lado aparezcan los casos de abusos de autoridad por parte de las autoridades en los últimos 10 años y por otro lado las estadísticas de muerte en carretera por consumo de drogas o alcohol durante el mismo período. Y luego haz una comparativa.
No caigamos de nuevo en las particularidades, que aunque feas, no pueden servir como justificatorias de un descontento hacia las instituciones. Sí pueden ser argumentativas de la crítica, pero no sentar la base de un panorama presuntamente "apocalíptico" donde las fuerzas de seguridad son la viva imagen de la represión, y sonreirle la gracia a un desgraciado que
ha puesto en peligro la vida de los demás (que por cierto, éste es la base de mi crítica).
Entiendo y comparto que el poder debe estar muy bien regulado, pero ha de empezar por uno mismo.
Un saludo