No era un voto solemne como las Ordenes Monásticas. (La figura del voto pesonal de renuncia también era posible entre los samurai, sin necesidad de retirarse a un monasterio)
Los Gnósticos (priscilianos, maniqueos, cátaros, bogomilas, templarios, kabalistas...) tenían una visión ecléctica tomada de distintas tradiciones (druídica, mazdeísta persa, hebrea, griega...).
Ante el problema del Bien-Mal y su relación con la Materia (el mundo, los seres vivos, el cuerpo humano, la sexualidad, el placer-dolor...), se han dado reacciones contrapuestas. El Mundo es Positivo-Negativo, y la Muerte es la condición necesaria para que exista la Vida.
Algunos han visto el mundo material como algo sucio y negativo, como la noción vedica del Maya, el mundo de las ilusiones y engaños.
En la cultura cátara, el Mundo se ve como algo natural y positivo... así "Mundificarse" equivale a santificarse.
La renuncia al mundo, a la mujer y a la vida... sólo se produce cuando el Perfecto ha podido llegar a un estado superior e irreversible de conciencia, que produce la superación de los deseos; jamás es algo que pueda uno imponerse (o imponérsele) contra su voluntad. No tiene nada que ver con el marco monástico, que a veces muestra abusos e imposiciones.
El Consolamentum podía administrarse al final de la vida por ancianidad, o por la cercanía de la muerte (no necesariamente certeza) en caso de lucha o persecución. Podía ser varias veces en su vida, pero siempre en la cercanía de la Muerte, jamás como una "rutina".



