Hace unos meses, mientras estaba en un locutorio de Internet, unas gitanas que estaban acompañadas por un payo, se metieron conmigo, lanzandome una de ellas papelitos a la cara y a la cabeza, en tanto que su amiga se reia por lo bajo. Ante mi respuesta asertiva -le pregunte a la gitana que me los lanzo si eran suyos- el payo comenzo a vacilarme, con intencion de sacarme de mis casillas, dandome palmaditas en la espalda y comentando las paginas que tenia delante de su monitor. Tuve la suerte de que se marcharon a los pocos minutos. Pensaba que tendria que discutir con el.
Pero hete aqui que el viernes veo a una de las gitanas con su numerosa progenie y el payo en cuestion en una pizzeria donde suelo recalar con frecuencia. Ellos no se percataron de mi presencia, por fortuna, y comprobe in situ la confianza que tenia el tipo con uno de los empleados, que casualmente es vecino mio.
Ayer, entre para tomar una pizza y me tope de frente con el camorrista, que se quedo sorprendido al verme -de hecho, me miro detenidamente en varias ocasiones; no se si logro acordarse del incidente del locutorio-, aunque no me dijo nada, marchando con su pedido para el coche en el cual lo esperaba la gitana.
Hoy cuando fui a tomar algo, mi vecino me comento que el tipo estuvo, hoy por la tarde, preguntandole cosas sobre mi: si me conocia, cuando iba por alli, donde vivo, etc. Me huelo a problemas. ¿Deberia ir corriendo a la comisaria para comentar un posible incidente?
Un saludo,
Loup

