Comenzamos con el tema 2 del segundo bloque, del Máster en Defensa Personal.
Bloque 2. Tema 2: Violencia de Género.
Para esto lo primero es ponernos en antecedentes legales, con un breve apunte que figuran en la ficha.
El hecho de que un hombre pegue a otro hombre "LEGALMENTE" No es violencia de género, el hecho de que una mujer pegue a un hombre "LEGALMENTE" No es violencia de género, y el hecho de que dos mujeres se peguen entre sí "LEGALMENTE" No son violencia de género. Es más, el hecho de que un hombre pegue a una mujer con la que No tenga, o No haya tenido una relación afectiva "LEGALMENTE" NO es violencia de género.
Por último, puntualizar que ES violencia de género siempre que un hombre agreda a una mujer con la que tenga o haya tenido una relación afectiva, sea ésta la primera o incluso la única vez que se produce la agresión, siempre que sea una agresión de los siguientes tipos:
- económica
- social
- psicológica
- ambiental
- física
- o sexual
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Hechas las puntualizaciones legales, voy a tratar de dar respuesta al "porqué" la mujer llega hasta ahí, o no denuncia, o no hace nada por evitarlo, cosa que se preguntan muchas mujeres y hombres que sin conocer el problema en profundidad no comprenden algunas cosas.
Para esto vamos con una historia ficticia que ocupará ésta y la siguiente diapositiva.
José y María (dos nombres ficticios), se conocieron en época de instituto y tontearon durante algún tiempo. Unos años más tarde comenzaron a salir, y todo era bonito y perfecto.
Al principio la otra parte de la relación no tenía ningún defecto, aunque con el paso del tiempo, siempre hay cosas del otro que podríamos cambiar. Pese a todo, siempre hay excusas por defender a nuestros seres queridos, siempre nos ponemos en la piel del otro, y tratamos de buscar un comportamiento inadecuado por nuestra parte, y llegar al auto-convencimiento de que si no lo vuelvo a hacer, la otra parte no se volverá a enfadar.
Un tiempo más tarde llega la boda, y quedan unidos en matrimonio, posiblemente con gastos compartidos, hipotecas, y dificultades para llegar a fin de mes con dos sueldos, entrando en una rutina que sería casi imposible de plantear solo con uno.
Y un tiempo más tarde la felicidad de la primera criatura, y los comentarios por parte de familia y amigos de ambos sobre "quién cuidará mejor de la cría que no sea su madre", o "la mejor leche es la materna", o "para qué una guardería si su madre puede hacerse cargo".
A través de esto en muchas relaciones se convence a la madre para dejar el trabajo y encargarse del pequeño, porque realmente es lo mejor para el niño.
Pero claro, con un solo sueldo, y con los nuevos gastos añadidos es mucho más complicado llegar a fin de mes, así que José, comienza a "racionar" el dinero que da a María, según José gastadora en exceso de un dinero que cuesta mucho de ganar y con el que apenas se sobrevive.
* La racionalización del dinero aportado de forma única por el marido sin llegar a un acuerdo sobre el gasto con la mujer, haciéndolo de forma autoritaria, es la primera forma de violencia de género, la violencia económica, ya que no deja de ser una forma de privación de libertad.
Así que María, un día acepta que la inviten a tomar café el resto de madres de la guardería, o el colegio en educación primaria, pero luego, como a casi todos nos pasaría, le da vergüenza, y comienza a declinar las ofertas con un tengo prisa, o médico, o mucho que hacer en casa, y pierde el contacto y la confianza con otras madres, pierde a sus amigas al no poder compartir rutinas sociales, y si algún día tiene algún problema, uno de verdad, no tendrá a nadie con quién hablar.
Además, la gente con la que aún mantiene contacto María (familia y algunas amigas), tratan de hacerle ver que debe hablar con su marido, que algunos comportamientos, no solo los económicos deben cambiar para mejor convivencia de ambos. La respuesta de José es que fulanita siempre ha estado en su contra, a menganita siempre le ha caído mal, este siempre me ha tenido envídia, o este otro siempre ha tratado de separarnos.
Así que por todos los medios trata de convencer, persuadir, y en el peor de los casos, obliga a maría a romper lazos con el poco entorno social que le quedaba.
* La pérdida de relaciones sociales es la segunda forma de violencia de género contemplada en la ley 1/2004. No sólo tenemos según el tercer escalón de la pirámide de maslow una necesidad de relacionarnos con semejantes, sino que tenemos la necesidad de saber que si algo va mal en nuestras vidas tenemos a alguien a quién acudir, y si el marido destruye estos vínculos está agrediendo contra nosotras.
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En la siguiente diapositiva se explicará la espiral de violencia que suele verse en casi todos los cursos de V.G. y luego volveremos a esta primera para finalizar la historia de José y María sobre el proceso lineal dándo explicación cronológica de como va cambiando la relación, y porqué la mujer a medida que pasa el tiempo tiene menos recursos para escapar de su agresor.
