mKr escribió:¿como? Que los shaolin no son castos, puros y seres de luz. ¡¡imposible!!
Es como si negamos la infalibilidad del Papa de Roma. Estos chinos ... deberías aprender de Alejandro el borgia, Julio II, pio II, Clemente VII , no todo iban a ser segundos xD.
Iba a decir exactamente eso

Lo que me resuta más preocupante de este tipo de marchamos (que se puede extrapolar a toda la cultura marcial) es que obtenga el sello el que lo pague. Que no haya un compromiso por ninguna de las partes, ni supervisión alguna de la enseñanza, ni una formación ni antes ni durante ni después. Viene un menda, se hace una foto con el abad, se lleva un papelito envejecido y a tirar.
Por otra parte, que se alquile un templo para rodajes, seminarios, turismo marcial o cualquier invento no sólo me parece bien sino recomendable: es una forma de autofinanciarse como otra cualquiera, que sería muy recomendable de copiar en otras instituciones de por aquí.
El islam se salva, carecen de clero ... ¡un momento! ¿la palabra iman no significa "el que va delante" "el que preside"?, nah, soy un mal pensado.
Perdón, no exactamente. El Islam sunní sí carece de clero (de ahí que haya multitud de sheijs, sectas, variantes, fatuas y contrafatuas... no tener Iglesia está muy bien pero conlleva este follón). En este sentido, el imam (o la imama, hay miles de ellas en Egipto, Malasia y China, menos en otros países árabes y muy pocas en el Golfo) es el que se pone delante... pues un poco como el senpai en la fila. Para que las oraciones vayan a ritmo y todo el mundo rece a la vez. La autoridad religiosa es el sheij, y es una especie de consejero, de estudioso.
El Islam shií no: los hepaístas, como los ismailíes o ahmadíes, tienen una relación muy relajada con sus imanes; los dodecaístas iraníes son casi como la Iglesia Católica en cuanto a autoridad: toda la relación del creyente con Dios pasa por la intercesión del imam. Por eso, supongo, tienen muchos santos que son venerados en sus tumbas, cosa que en el islam sunní es muy insólito (sólo conozco el ejemplo de la tumba de Rumí, que es visitada por suníes y chiíes).