Considero de lectura obligada el artículo con el cual Carlos Jódar agasaja a todos los artistas marciales en la revista decana El Budoka (nº 368/marzo 2007): La Pirámide del Entrenamiento.

Los pilares del entrenamiento serio de cualquier artista marcial deberían cimentarse sobre los cuatro puntos señalados por el kenpoísta español:
*Preparación física.
*Preparación técnica.
*Preparación táctica.
*Preparación psicológica.
Empecemos por el primero, la preparación física, que es la asignatura pendiente de muchos de nosotros -y entono el mea culpa-, pues cuántos de nosotros en nuestras clases semanales prestamos atención a la velocidad, potencia, resistencia, coordinación, etc. Tendemos a sobreentender que la práctica de las formas (katas, kuens, pumses, tao lus...) desarrollan esos atributos. ¿Realmente es así?
En cuanto a la preparación técnica, no me cabe duda de que en todos los gimnasios se enseña a golpear a los alumnos de cualquier Artes Disciplinaria. Ahora bien, ¿es preciso quedarse única y exclusivamente en la superficie? No basta con saber patear bien, ejecutar una combinación con maestría o mantener una guardia cerrada. Hay saber aplicarlo en un combate real.
Y ahí es donde entra la preparación táctica, que en el caso del Taichi Chuan (Taiji Quan), por lo menos donde yo lo practico, brilla por su ausencia. Nunca hemos entrenado, en hipótesis reales, para salir airosos de un ataque de arma blanca o contra varios adversarios. ¿Qué pasará el día que tengamos que hacer frente a una situación de esa gravedad? No quiero imaginármelo...
La preparación psicológica figura en último lugar. Jejeje... me hace gracia, pues a veces mi instructor se deshace en explicaciones sobre el correcto estado de la mente. ¿Os imagináis a un practicante de Taichi Chuan en un callejón sin salida, acosado por una pandilla de camorristas? Hum... quizá unas citas de Confuncio podrán servirle de ayuda, ¿verdad?
Desde luego, me apasiona el Taichi Chuan. He besado muchas veces el tapiz por las técnicas de Chin Na (Qin Na) de mi instructor. Reconozco su eficacia en combate. Pero leyendo artículos como el escrito por Carlos Jódar, me doy cuenta del largo camino que me queda por recorrer para convertirme en un artista marcial, cuando menos, eficiente en la pelea sin reglas, donde la ley del más fuerte rige en todo momento, obligando al cuerpo y a la mente a darlo todo... ¡y más!
Un saludo,
Loup :?


